Me gusta, pero me asusta

Alessia Di Bari

Alessia Di Bari¿Alguna vez te has cachado poniendo pruebas o boicoteando tu incipiente relación porque estás asustado(a)? Antes de que te azotes más de la cuenta, tranquilo(a), es muy común.

Algo que rara vez nos dicen es que el miedo viene de la mano del gusto; es decir mientras más me gusta alguien, más que asusta. Esto tiene sentido si te detienen un momento a pensarlo.

Ponte en ese lugar, estás saliendo con alguien que te encanta y que por lo tanto ves enorme, súper atractivo(a), inteligente, probablemente lo(a) admires mucho, etc. Todo esto, a la gran mayoría de nosotros, nos hace sentir inseguros o quizás nos hace contactar con nuestra sensación de sentirnos chiquitos. Ante esta sensación, la mayoría de las personas –de manera inconsciente- hacemos una de dos cosas:

  • Boicoteamos la relación, nos “demostramos” como no está tan chido(a). Aquí puede ser algo como, nos ponemos súper intensos(as), como con esta energía de “novio(a) psicótico(a)” que lo único que provoca es que la otra persona quiera salir corriendo.
    Por ejemplo, yo estoy saliendo con alguien y hace poco me di cuenta que estaba aterrada porque me gusta mucho y que tenía unos días actuando “intensamente”. No sé cómo es para ustedes darse cuenta de este tipo de veintes, pero para mí que siempre me creí muy valiente y del tipo de persona que no corre sino que enfrenta, darme cuenta que no corro, pero empujo me dolió mucho. Aunque, por otro lado, me abrió un montón de posibilidades que antes me era imposible ver.
  • Ponemos pruebas. Es decir, le vamos poniendo pequeños buscapiés para ver si sale airoso(a) de la situación. Tal vez no le escribo en todo el día “esperando” que él/ella me escriba… porque si le intereso ¡tendría que tomar la iniciativa!
    El problema con la gran mayoría de las pruebas que ponemos es que los que la terminamos reprobando somos nosotros, porque –en general- están diseñadas para “demostrarnos” un punto y ese es salir corriendo de ahí, pero con la frente en alto y sintiendo que no quedó de nosotros… que fue la otra persona la que no pudo y/o quiso estar o comprometerse.

Te invito a que esta semana revises qué tanto haces o has hecho algo así. Si bien no hay ningún tipo de fórmula infalible, lo único que sí te puedo decir es que sirve mucho más vivir tu miedo y dejar que te cuide… en vez de dejarlo hacer de las suyas y perderte de una experiencia que bien podría valer la pena.

Así que, valentía para arriesgarte a vivir la relación de pareja que estás buscando, porque créeme un romance extraordinario viene de la mano de un miedo extraordinario.

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