Todas las personas sentimos el deseo de mejorar en algún aspecto de nuestra vida. Algunos quieren ganar más dinero de lo que ganan en el presente, otros quieren una casa más grande y bonita, algunos desean un mejor automóvil que el que ya tienen, otros individuos desean encontrar el amor, o mejorar su relación con su actual pareja etc. Y es sumamente importante tomar conciencia de que no existe crecimiento ni mejora, sin cambio.
El cambio es la única constante de la vida, la existencia está en movimiento y transformación continua. El universo cambia en todo momento, en este instante en algún lugar hay una estrella muriendo y en otro sitio, al mismo tiempo, hay una estrella naciendo. La Madre Tierra del mismo modo está en continuo cambio, el día de hoy se encuentra soleado y caluroso, al día siguiente amanece nublado y lloviendo, al siguiente hay un terremoto, después un huracán y así el cambio siempre está presente. Pues de este mismo modo tú estás cambiando y lo estás haciendo en todo momento sin importar si eres consciente de ello o no.
En este instante millones de células de tu cuerpo están naciendo, mientras otro tanto están muriendo y dejando de formar parte de tu cuerpo. El cambio está presente en todo momento, por lo cual es importante el hacer la siguiente reflexión: Si el cambio está sucediendo en todo momento y es una constante de la vida, ¿Por qué en muchos momentos, incluso siendo consciente de la necesidad y el deseo de cambiar, no logro cambiar? Ante esta pregunta podrán surgir diversas respuestas, pero si exploramos profundamente en ellas encontraremos al miedo; el miedo nos impide cambiar y provoca el sabotear cualquier intento de cambio. En este momento viene a mi mente una frase muy conocida que probablemente te has dicho a tí mismo en algún momento, “más vale malo conocido que bueno por conocer”. ¿Qué horrible, verdad? Qué frase más cobarde y mediocre. Desgraciadamente es un pensamiento que la mayoría de las personas mantienen.
El miedo es algo que el ser humano mantiene en su mente continuamente, por lo cuál considero importante ayudarte a tomar conciencia de lo siguiente. Vivir da miedo y cualquier persona con un poco de consciencia podrá reconocerlo y esto es así, simple y sencillamente porque la vida es un misterio, nadie puede tener el total control de lo que va a suceder mañana. Al amanecer te despides de tus seres queridos y les dices, nos vemos en la noche, confiando que así sea, pero tal vez el destino tiene planeado otra cosa y durante el día el ser amado o nosotros mismos morimos. Y por lo mismo de que no existe forma de controlar totalmente la existencia y la vida, es que ésta es un misterio, no hay nada seguro y la inseguridad nos de miedo; la vida es perfectamente insegura, si partimos de aquí, entonces nos daremos cuenta que existen dos formas de vivir y experimentar la vida, una es como cobardes y la otra es como valientes; tanto el cobarde como el valiente tienen algo en común, los dos tienen miedo, la diferencia se encuentra en que hacen con este miedo, en cómo este los impacta; al cobarde el miedo lo paraliza, en cambio el valiente siente miedo, y a pesar de éste se lanza, toma decisiones, se pone en acción.
Bernard Shaw decía: “La mayoría de las personas mueren y después de varios años las entierran”. Él afirmaba que quien es cobarde ante la vida, en realidad ya está muerto, es un ente que deambula de aquí para allá como un zombi que solo espera el tiempo necesario para que lo entierren, y yo estoy totalmente de acuerdo con Shaw, para estar realmente vivos se requiere de ser valientes y a pesar del miedo, lanzarnos continuamente a lo desconocido.
El arte de vivir es el arte de aprender a caminar por la cuerda floja y disfrutar intensamente mientras lo hacemos. Aferrarte a la supuesta seguridad es aferrarse a la muerte, aferrarse a la ilusión de lo estable y estático.
Recuerda que la vida no es ni estable ni estática; la vida es movimiento y cambio continuo. Entre más inflexible y cerrado al cambio seas, más infeliz serás. Aprende a fluir con el cambio, aprende a soltar, a dejar ir, a decir adiós. Aprende a disfrutar intensamente y con pasión de todo lo que experimentas y después de ello suéltalo, nada te pertenece, nada es tuyo, cundo te llegue el momento de despedirte de la vida te darás cuenta, que todo quedará atrás, que nada te llevarás contigo. La vida es perfecta, la vida es insegura, la vida es cambio.
Aprende a bailar la danza que el universo te propone, vive cada instante con un intenso amor, tomando conciencia de que probablemente será la última vez que lo experimentes. El tomar conciencia del cambio, el tomar conciencia de que nacimiento y muerte son las dos caras de la vida, nos permite darle un sentido más profundo a la existencia.
Nadie está más vivo que aquel que está consciente de que en cualquier instante puede morir. Sé un amante de la vida para que algún día tu epitafio pueda decir: “Aquí yace un amante apasionado, que vivió enamorado de la vida y murió enamorado de la muerte”.