La vida no es color de rosa. Las cosas no son siempre como las deseamos y menos cuando de la relación de pareja se trata. Y es que a veces entre los años que han pasado y la pérdida de la pasión inicial podemos caer en una rutina peligrosa que poco a poco va mermando el amor. Pero una cosa es el aburrimiento de la rutina y otra muy diferente que diga que ya no me ama o ya no deseen estar a tu lado. El que mi pareja me diga que ya no no me ama y que ya no es feliz junto a mí es una de las decepciones amorosas más dolorosas que podemos experimentar. Por un lado sientes que te abandonan, pero por el otro no puedes evitar cuestionarte qué hiciste mal que no lograste mantener viva la relación. Da igual cuál pensamiento sea más fuerte, ambos afectan profundamente tu autoestima.
Pero ¿qué debemos hacer en casos como este? ¿Se vale luchar por lo que se quiere, o se debe dejar ir así como así? Lo primero que debemos entender es que luchar no es rogar. Y en situaciones como esta, el impulso natural que nace de una baja autoestima o de la dependencia al control pueden llevarnos a suplicarle a la pareja que se quede. No soportamos la idea de que nos abandonen o de no tener el control sobre esa persona. Sea a través del llanto, súplicas o incluso amenazas, a veces intentamos detener a nuestra pareja para evitar perderla a toda costa, pero no es lo mejor. ¿Acaso te gustaría continuar con alguien resentido porque se siente obligado a hacerlo? Yo creo que no. Y no quiero decir con esto que debes hacerte a un lado así como así. O que no debes intentar salvar la relación, sobre todo si amas a esa persona. Pero una vez que la otra persona está determinada a irse, una vez que ya tomó su decisión, no habrá mucho que puedas hacer para hacerla cambiar de opinión. Pero tampoco tienes por qué sufrir de más por alguien que ya no te valora. Por ello, por autoestima y por dignidad, el enfoque debe estar centrado en lo más importante: tú mismo. Cuando nuestra pareja nos dice next! lo que nos toca es trabajar cuanto antes el desapego para empezar a caminar hacia nuestra recuperación. Porque no importa cuánto quisieras quedarte, deberás irte porque ya no habrá nadie ahí para ti.
¿Cuándo dejar de luchar si dijo que ya no me ama?
Nadie en su sano juicio quisiera rendirse así como así. Todos queremos pensar que hay una puerta de salida, una probabilidad de que las cosas vuelvan a funcionar y está bien quererlo. Pero tampoco queremos perder demasiado tiempo ahí. Por ello, aquí te dejo 3 señales que pueden indicar que tu relación ya se acabó y que te ayudarán a clarificar si debes luchar por tu persona especial o si es mejor empezar a empacar al menos emocionalmente.
- Falta de interés. Si tu pareja ya no muestra interés en tus gustos, tus preocupaciones o lo que haces, no tiene caso seguir luchando. Si los detalles se han acabado lo más seguro es que la relación llegó a su fin.
- Falta de intimidad. Las relaciones sexuales son el pegamento que vincula corazones, emociones, sentimientos. Si ya no hay deseos de tocarse y conectarse íntimamente, no hay mucho amor ahí ni necesidad de estar con la otra persona.
- No hay futuro juntos. En toda relación es importante que haya planes a futuro, una visión de su vida. Si tu pareja ha dejado de planear o soñar a futuro su vida junto contigo, o tú mismo ya no la ves en tu vida futura…ya no hay nada que hacer ahí.
Tal vez pueda sonar duro, pero más vale una desilusión certera que una falsa esperanza y más en cuestión de tu pareja. Sé que duele, que no es fácil. Pero es más difícil estar con alguien que ya no te valora ni quiere estar contigo, duele más saber que están contigo a la fuerza.
¡Es hora de cambiar la victimización por la acción! No ruegues, no supliques ni te humilles. Es hora de darle next! a esa relación. Es hora de soltar tu ego herido, dejar ir y aceptar que no puedes controlar a nadie que se quiere ir. Tu pareja es dueña de sus decisiones y lo debes respetar. Es hora de valorarte a ti y verte a ti. ¡Empieza a vivir para ti! Comienza a pensar en ti, revisa tus prioridades. Estar contigo es una excelente oportunidad para conocerte de nuevo, conectarte contigo mismo y disfrutarte. Que a partir de hoy tú seas tu relación más importante, independientemente si te relacionas con otra persona.
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