No sabemos si te pasa lo mismo, pero nosotros tenemos delirio de persecución. ¡De verdad! No importa qué app o red social estemos usando… ¡Todos nos vigilan! Las compañías aseguran que es para ofrecernos una mejor experiencia, pero no nos agrada la idea de que alguien sepa hasta la marca de calzones que compramos. ¿Dónde quedó nuestra privacidad?
Suponemos que estás al tanto de que Google y Facebook recopilan toda tu información de navegación, pero… ¿sabías que Microsoft también tiene esta bonita costumbre?
Pues sí, la empresa que creara Bill Gates sabe desde tu nombre completo, hasta los datos de tu tarjeta de crédito, pasando por tus contraseñas, edad y dirección (física y de IP), por mencionar sólo algunos datos.
¿Y cómo demonios le hace Microsoft para reunir esta información? Simple… ¿usas Windows y Office? Todo este software, sobre todo las últimas versiones, así como su buscador (Bing) y servicio de correo electrónico (Outlook) tienen habilitadas opciones para recopilar todos los datos de las funciones que usas, tus patrones de escritura y la red por la que navegas.
Además, Microsoft reúne información sobre tu sistema operativo, programas instalados en tu dispositivo, el desempeño de éstos y los problemas que has tenido con ellos.
Total que, gracias a estas herramientas, la compañía de Gates sabes más de ti que tu propia madre. Checa nada más la lista:
- Nombre completo (hasta tus apodos se saben)
- Teléfono fijo (casa y trabajo)
- Celular
- Edad
- Género
- País donde resides
- Ubicación específica
- Idioma
- Número de tarjeta de crédito
- Contraseña
- Páginas que visitas
- Gustos e intereses
- Búsquedas frecuentes
- Nombre de tus contactos y la relación que tienes con ellos
- Contenido de tus conversaciones
- Contenido de correos electrónicos
- Contenido de video llamadas (Skype)
- Documentos que realizas
¡Ah! Y si usas Cortana, su asistente personal estilo Siri, la lista crece: citas, reuniones, proyectos, etcétera.
Antes de que mientes madres, debes saber que Microsoft no hace esto por sus pistolas. Ellos tienen tu aprobación para recopilar esta información.
¿Recuerdas haber dado “Acepto” a los Términos de Uso y Declaración de Privacidad de cada una de sus programas y herramientas? Justo ahí es cuando le vendiste tu alma al Diablo.
No te culpamos por no haber leído el kilométrico documento, la mayoría no lo hacemos cuando le damos el visto bueno a esas políticas. Sin embargo, deberás hacerlo para determinar qué información sí estás dispuesta a compartir y cuál de plano no debe salir jamás a la luz.