Lo sabemos. A nadie le gusta planchar. Eliminar las arrugas de la ropa no es una tarea sencilla y si la prenda en cuestión es una camisa, aumenta el grado de dificultad.
Seguramente, has experimentado la frustración de planchar un extremo de la camisa y de pronto notar que el otro lado ya se volvió a arrugar. Y no queremos recordarte el trauma de planchar los cuellos o de marcar perfectamente las líneas de las mangas.
Lo peor es que cuando terminas, te das cuenta que no hiciste un buen trabajo. Algunas partes de la camisa aún está arrugada y en vez de una, cada manga tiene hasta tres líneas marcadas.
Para evitar que esto te siga ocurriendo y no dediques tanto tiempo a esta insufrible tarea, te dejamos una técnica para que planches esa camisa en tan sólo cuatro pasos:
Paso 1
Siempre que quieras planchar una camisa, debes comenzar por el cuello; así que deberás extenderlo sobre la tabla, mientras esperas que la plancha alcance la temperatura adecuada. Una vez que esto ocurra, pasa la plancha por el interior del cuello. Dóblalo por su pliegue natural y plancha el exterior. Asegúrate de pasar la plancha a lo largo de todo el doblez.
Si quieres acabar más rápido, puedes usar tu plancha para el cabello para dejar el cuello de tu camisa perfecto.
Paso 2
En cuanto quede el cuello, debes seguir con las mangas. Introduce el extremo más angosto de la tabla de planchar en cada manga. Esto facilitará la tarea y evitará que la tela quede marcada. Aprovecha para planchar los puños.
Paso 3
Para planchar los hombros de la camisa, debes colocar uno sobre el extremo de la tabla y pasar la plancha en dirección a la manga. Cuando termines con él, dale la vuelta a la camisa y plancha el otro hombro de la misma manera.
Paso 4
Ya sólo te queda planchar el frente y la espalda de la camisa. Te recomendamos que comiences por la parte delantera.
Recuerda que, si humedeces ligeramente las prendas, podrás plancharlas más rápido.