Hoy es Nochebuena, y la oportunidad para celebrar está en puerta, por lo que tómate tu tiempo para compartir en compañía de tus seres queridos. Navidad supone más que la reunión y el festejo, es momento de sanar viejas heridas y, ¿por qué no?, de pedir perdón si reconoces que heriste a alguien en este año o anteriormente, si los lastimaste de pensamiento, palabra, o con hechos; si criticaste, juzgaste, amenazaste, mentiste, ofendiste, etc.; de manera literal, es que el espíritu de Jesús y su energía de Amor ilimitado e incondicional se manifiesten en tu corazón y seas capaz de perdonar también un agravio, o incluso a ti mismo, reconociendo que ese peso ya no puede estar más en ti.
Al liberarte de ello tendrás más espacio para lo nuevo; es decir, para crear sentimientos de amor o cariño por proyectos, personas, amigos y familiares que se basen en la confianza y el respeto mutuo. Dando este primer paso, todo lo que comiences será con una nueva óptica y fuerza que te invite a reconsiderar cuan valioso es el tiempo y el motivo por el cual debe uno albergar solo pensamientos y sentimientos positivos que incentiven las buenas acciones.
Esta noche, en esta fecha tan especial, tienes en tus manos la ocasión de ser diferente y de que las cosas buenas se hagan presentes.
Abraza con cariño a tu familia y amistades, da gracias por tenerlos cerca, por tener gente tan querida en tu vida y, por sobre todas las cosas, quiérete y recuerda que únicamente tú eres capaz de transformar tu vida y tu entorno. Deja que el Niño Jesús nazca en ti, y eso se convierta en celebración y júbilo en tu ser.
¡Feliz Nochebuena y Navidad!
Georgette Rivera
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