Oraciones que puedes hacer en Semana Santa

Qué es Semana Santa

La Semana Santa es un tiempo para celebrar y reflexionar le fe, estas son algunas oraciones y reflexiones que puedes hacer.

Qué es Semana Santa
Oraciones para Semana Santa

La Semana Santa es un tiempo para celebrar y reflexionar le fe, estas son algunas oraciones y reflexiones que puedes hacer.

¿Qué es la Semana Santa?

Es un período de ocho días que comienza con el Domingo de Ramos y culmina con el Domingo de Resurrección. Inicia con el fin de la eucaristía.

Debes leer: Guía rápida para saber: ¿Qué es la Semana Santa?

Oraciones que puedes hacer en Semana Santa

De acuerdo con la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, estás son las oraciones que puedes hacer en Semana Santa.

Domingo de Ramos: Evangelio

Evangelio (Mt 26,14-27,66,):
“Jesús, el Siervo Sufriente de Dios”…
En su pasión y muerte Jesús es el Salvador anunciado por las Escrituras. Su muerte vencerá a la muerte y traerá vida a todos.
Se hace una reflexión alrededor del día:
Hoy, Domingo de Ramos, es un día de gloria para el Señor, que es aclamado por el pueblo como mensajero de Dios: “Bendito el que viene en nombre del Señor”. Sin embargo, también hoy es el comienzo del drama de la Semana Santa: La muerte y la resurrección de Jesús. Cuando agitamos nuestros ramos, aclamamos a Jesús como nuestro Rey Victorioso, porque en Pascua vencerá al
pecado y a la muerte. Pero para conquistar esa victoria, optó voluntariamente por someterse al sufrimiento y a la muerte, como se nos dice en la historia de su Pasión.

Lunes santo: Oración con la espiritualidad Ignaciana

La palabra magis en latín significa “más”. A san Ignacio de Loyola le gustaba usar esta palabra para mostrar que vivir efectivamente nuestra fe cristiana es crecer en la amistad con el Señor Jesús y en el servicio a los demás. Por eso MAGIS significa algo muy importante. En esta lógica “+” (más) dirige nuestros ojos a la cruz en la cual fue revelado “el amor hasta el fin”. Así que MAGIS simboliza el camino cristiano, realizado de modo ignaciano, que nos dirige hacia la vida plena. El fundador de los jesuitas presentó la dinámica cristiana en tres palabras: conocer, amar y seguir. La contemplación de los
misterios de la vida de Jesús – escuchar sus palabras, mirar sus gestos y recordar sus obras transmitidos por los Evangelios – hace que despierte en nosotros una profunda fascinación por
su modo de proceder. Esta fascinación enciende en nuestra vida el deseo de actuar de la misma manera que Él.

Martes santo: Oración con la actualidad

Señor Jesús, tenemos el mundo patas arriba.
De nuevo guerras, conflictos diplomáticos,
millones de personas siguen pasando hambre y sed,
millones de seres humanos no tienen acceso a medicamentos
básicos, millones de personas huyen de su
casa en busca de un lugar mejor y en paz…
algo no estamos haciendo bien.

Señor Jesús,
cada día un nuevo caso de corrupción, un nuevo escándalo
protagonizado por aquellos que, en principio, se llaman servidores
públicos, un nuevo atropello a los derechos
humanos, una nueva injerencia de algunos
sobre la libertad de enseñanza de tantos…
algo no estamos haciendo bien.

Señor Jesús,
en tu tiempo también ocurría esto. Y el precio a pagar
cuando uno se convertía en profeta era muy alto.
Que se lo digan a tu primo Juan. Que te lo digan a ti.
Pero, ¿hay otro camino? ¿Podemos transformar radicalmente
la marcha de nuestro mundo sin ser profetas? ¿Sin exponernos?
¿Sin denunciar que así no podemos seguir?

Señor Jesús,
hoy te pedimos que nos hagas profetas.
Que no nos dé miedo estar en la brecha del mundo.
Que nos des la valentía suficiente como para poder denunciar la
injusticia, situarnos al lado de las víctimas,
ser la voz de los sin voz, hacer lío como nos dice el Papa Francisco.
Lío en las calles, en las plazas… lío para mover conciencias y corazones.
Haznos profetas como los antiguos…
Así lo deseamos.
Así te lo pedimos.
Así sea

Miércoles santo: Reflexión desde la autobiografía de Sta. Gema Galgani

Mira, hija, y aprende cómo se ama. Mira mi cruz, mis espinas, mis clavos, mi lividez, mis desgarrones, mis llagas y mi sangre; todo es obra de amor y de amor infinito. ¿Ves hasta qué extremo te he amado? ¿Me quieres amar de verdad? Aprende antes a sufrir. El sufrir enseña a amar.

Jueves santo: Orar con el papa

¡A vuestros pies, hermanos!
Caeré envuelto con la toalla de mi comprensión
ataviado con el traje del que sirve más y mejor
fortalecido con la jofaina de la oración
enriquecido con el agua de la fe empujado con las armas de la oración
¡Sí! ¡A vuestros pies, como Jesús!
Me inclinaré para, en esos pies sufrientes
encontrar las huellas de un Dios invisible pero visible
triunfante pero presente en la humanidad doliente
celeste pero abrazado al hombre bajo mil cruces.

¡A vuestros pies, hermanos!
Dirigiré mis ojos, mis manos y mi corazón
Mi ojos para ver en ellos el rostro de Cristo
Mis manos, para ser testigo de la fe y del Evangelio
Mi corazón, para no quedarme disfrazado en palabras
Gracias, Señor, porque al buscar mis pies
me indicas y sugieres el camino que he de seguir
para amarte, servirte y ofrendarte mi vida entera:
¡EL AMOR QUE SE DA CAYENDO
A LOS PIES DE LOS DEMÁS!

Viernes santo: Oración a San Efrén de Siria

A ti sea la gloria, que colocaste tu Cruz como un puente sobre la muerte, para que, a través de él, pasasen las almas desde la región de los muertos a la región de la vida. A ti sea la gloria, que te revestiste de un cuerpo humano y mortal, y lo convertiste en fuente de vida para todos los mortales. Tú vives, ciertamente; pues los que te dieron muerte hicieron con tu vida como los agricultores, esto es, la
sembraron bajo tierra como el trigo, para que luego volviera a surgir de ella acompañada de otros muchos. Venid, ofrezcamos el sacrificio grande y universal de nuestro amor, tributemos cánticos y oraciones sin medida al que ofreció su Cruz como sacrificio a Dios, para enriquecernos con ella a todos nosotros.

Sábado santo: Oración con María:

Te miro a los ojos y, entre tanto llanto,
parece mentira que te hayan clavado, que seas el pequeño al que he acunado
y que se dormía tan pronto en mis brazos; el que se reía al mirar el cielo
y cuando rezaba se ponía serio.
Sobre ese madero veo a aquel pequeño
que entre los doctores hablaba en el Templo; que cuando pregunté respondió con calma
que de los asuntos de Dios se encargaba. Ese mismo niño el que está en la cruz,
el Rey de los hombres, se llama Jesús.
Ese mismo hombre que no era un niño cuando en esa boda le pedí más vino.
Que dio de comer a un millar de gentes y a pobres y enfermos los miró de frente.
Rió con aquellos a quienes más quiso y lloró en silencio al morir su amigo.
Ya cae la tarde, se nublan los cielos, pronto volverás a tu Padre Eterno…
Duérmete pequeño, duérmete mi niño.

Nos acercamos al momento culminante de la Pascua y de
nuestro ser cristiano. Algo en nuestro corazón empieza a
decirnos que la tristeza y el dolor de ver a Jesús clavado
en la Cruz dará paso a la alegría por su Resurrección,
una alegría imposible de contener que compartiremos
en la celebración de la Vigilia Pascual.
En estos momentos previos, repasa todo lo vivido durante
esta Semana Santa y ve preparando a tu corazón para
el gran Gozo Pascual.

Domingo de resurrección: Evangelio

“La Resurrección es Fuente de Profunda Alegría y una luz para los hombres”…
El domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos, ya que es precisamente la Resurrección de Jesús la que aporta sentido a nuestra fe.

Se reflexiona: Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.

Estas fueron algunas oraciones que puedes hacer en Semana Santa.

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