Al cierre del viernes de la semana pasada, el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, emitió una nueva orden ejecutiva contra migrantes y refugiados, ante la que fiscales de 15 estados y del Distrito de Columbia se unieron a las críticas de veto o prohibición de la entrada a migrantes de 7 países de mayoría musulmana.
La cerrazón de un mandatario
Ante los vetos a países como Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen, Donald Trump señaló que no se trataba de una prohibición contra musulmanes, como los medios reportaban: “No es sobre religión, es sobre el terror”, subrayó.
El poder de la comunidad internacional
Sin embargo, la situación no quedó ahí y este fin de semana la condena de los funcionarios se extendió a las protestas en aeropuertos, donde las personas portaron carteles y corearon a favor del acceso de los inmigrantes en Washington, Dallas, Nueva York y Los Ángeles, así como en aeropuertos internacionales como Atlanta, Miami y Connecticut.
Claridad ante la diferencia entre seguridad y exclusión
Mientras gobernantes de la talla de Primera Ministra británica Theresa May, la Canciller alemana Angela Merkel, así como el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau se manifestaron a favor de la defensa de los derechos humanos de los migrantes, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se pronunció a favor de las medidas xenofóbicas (de odio a los extranjeros), promovidas por Donald Trump.
El paro: bloqueo parcial a la orden ejecutiva de Trump contra los refugiados
La orden ejecutiva de Trump suspende temporalmente el programa de refugiados por un lapso de 3 meses, específicamente a aquellos países que han sido identificados por el gobierno estadounidense como terroristas (contradictoriamente aquellos de mayoría musulmana).
Sin embargo, hasta el momento refugiados de países como Cuba, Venezuela o China, quedan fuera, es decir que durante 120 días EUA no permitirá la entrada de un solo refugiado.
A pesar de ello una jueza federal de Nueva York, emitió una orden de suspender temporalmente la detención de personas detenidas en aeropuertos de EUA, especialmente aquellas que contaban con documentos legales expedidos por las autoridades de dicho país o quienes ya se encontraban de viaje hacia el mismo, cuando se emitió la orden.
Una Orden Ejecutiva puede ser anulada
El Congreso tiene esa facultad, ya que ninguna orden ejecutiva puede ir por encima de la ley y justo el Congreso es el que se encarga de legislar.
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