Tu vida está llena de muchos «tengo que…», tengo que llegar más temprano al trabajo, tengo que hacer los reportes, tengo que salir más temprano, tengo que hacer ejercicio, tengo que alimentarme bien, tengo que bajar de peso, tengo que desayunar, tengo que terminar a tiempo… la lista de las cosas que desearías hacer y no has logrado parece infinita.
El problema no es la gigantesca lista de actividades que debes hacer en tu día a día, el problema más bien radica en tu cerebro, en cómo programas y aceptas las realidades diarias. El cambio que necesitas podría estar en dos simples palabras, sencillos vocablos que transforman tu cerebro.
Un «tengo que…» te programa a la aceptación de que hay «algo que no lo has hecho», y esa sencilla percepción te sugiere que será muy difícil que lograr ejecutar una acción. Cuando te dices a ti mismo «tengo que llegar más temprano» también te estás diciendo «hasta el momento no lo he logrado», te recuerdas a ti mismo que simplemente has fracasado en otros intentos. Un mensaje positivo programa tu subconsciente para cosas buenas, si te recuerdas a ti mismo los fracasos que has tenido… ¡no te estás animando!
«Voy a hacerlo», «voy a lograrlo», «voy a hacer ejercicio», «voy a llegar más temprano», con estas palabras te proyectas a hacer algo a futuro, no sólo te recuerdas que tienes una obligación, sino más bien te encaminas a hacer una acción. Después de programar tu cerebro, pon manos a la obra y comienza a trabajar en llegar más temprano, en hacer ejercicio y en lograr cualquiera de las metas que te hayas propuesto.
Pensar de forma negativa programa tu mente subconsciente al fracaso, cambiar el «tengo que…» por el «voy a…» es una de muchas formas en que puedes programarte para convertirte en una persona exitosa.
Hay otras palabras que te ayudarán, al despertar repite siempre «hoy será un buen día», al acostarte di «mañana también será un buen día». Mira el espejo y dile a la persona que tienes enfrente «puedo», «quiero» y «soy capaz», en otras palabras, créetela. Si no crees en ti mismo ¿cómo esperas que confíen en ti los demás?
Cambiar estratégicamente algunas palabras de tu vocabulario es tener una técnica práctica, útil y poderosa para programar tu subconsciente, ponerte en acción y tener éxito.