Palabras que utilizamos los mexicanos y no sabemos su significado

Palabras que utilizamos los mexicanos y no sabemos su significado

Palabras que utilizamos los mexicanos y no sabemos su significado
Palabras que utilizamos los mexicanos y no sabemos su significado

Probablemente alguna vez tu hermana te llamó «monigote», y no supiste cómo responder o si se trataba de algo bueno o muy malo. Bien, el diccionario define esta palabra como muñeco o figura grotesca, o figura humana o de animal, pintada, dibujada o hecha de cualquier materia, generalmente con un fin humorístico. Bien, hay muchas cosas que dices y no sabes su significado, aquí algunas frases que has dicho y no sabes su significado.

Cabeza de alcornoque

El alcornoque es un árbol robusto de donde se obtiene el corcho, los corchos están llenos de hoyos, así que si te dicen «cabeza de alcornoque» es porque te están diciendo que tienes huecos en la cabeza.

Ya nos cayó el chahuistle

El chahuistle es un hongo que ataca el maíz, por años este hongo devastó los cultivos cada vez que se presentaba. En la actualidad no se refiere a la plaga, más bien esta frase es expresada cuando algo o alguien interrumpe sus planes o cuando eres descubierto en algo incorrecto.

El que es perico donde quiera es verde

El perico o algunas especies de pericos son de plumaje verde, pero esto no tiene nada que ver con la ornitología (parte de la zoología que estudia las aves). Los mexicanos usan esta frase para referirse a los mexicanos que siempre hacen bien su trabajo, en cualquier lugar.

Eché la hueva todo el día

Los mexicanos usamos «hueva» para referirnos a la pereza, así que «echar la hueva» es estar de ocioso.

No es nuevo, pero da el gatazo

«Gatazo» es algo que parece nuevo o que es algo de buena calidad o que tiene buena apariencia.

Voy a chacharear un rato

Años atrás se referían a la palabra cháchara como una pieza vieja de poco valor, que se vendía en tianguis, así que ir a chacharear es ir a comprar cosas de segunda mano.

Ahí nos vidrios

Esta frase ya casi no es usada, pero en los años 90 era una forma de decir «ahí nos vemos», palabras similares son «vientos (bien)», «aquí se rompió una taza y cada quién para su casa», etc.

Andar del tingo al tango

Villa de Tingo es un poblado peruano que pertenece a Arequipa y en Argentina se baila el Tango (Geográficamente, Perú se ubica al noroeste de Argentina), así que esta frase significa andar de arriba para abajo (de Perú a Argentina). Los mexicanos de la Ciudad de México dicen también «andar como calzón de puta».

Ya se armó la gorda

«La Gorda» fue el nombre con el que los andaluces conocieron a la Revolución Española de 1868, que puso en tela de juicio el reinado de Isabel II. Hubo varios intentos de levantamiento, pero sólo la Gran Revolución, La Gorda, derrocó el régimen monárquico. En la actualidad, cuando decimos esta frase es decir «se armó una revolución», pero la grandota, la mejor.

Sepa la bola

La frase surgió durante la Revolución Mexicana, en este movimiento había campesinos, mujeres encabritadas, militares, etc. a estas personas les decían «la bola», es decir, personas muy distintas que lo único que tenían en común era  eliminar la dictadura de Porfirio Díaz. Para culpar de los destrozos, la gente señalaba a «la bola», así que sepa la bola es decir «yo no sé, fue alguien más», o «a mí ni me veas, yo no sé nada».

La tercera es la vencida

El origen puede ser la lucha libre, en la tercera caída, después de un empate a una caída, se define al ganador. Pero también se habla del ejercicio del derecho en los siglos XVI y XVII. En esa época, si un ladrón reincidía y se le encontraba culpable de hurto tres veces, se le colgaba en plazas públicas. En una tercer teoría, se cree que la expresión viene de los romanos, pues en la primera fila del ejército estaban los hombres menos preparados, en la segunda los intermedios y en la última los más veteranos y valientes.

¡Aguas!

Durante la época de la Colonia el drenaje no era común para todos los hogares, así que la forma de deshacerse del agua sucia, producto del aseo de los trastes, la ropa y las bacinicas, era tirándola desde los balcones hacia la calle.  Antes de lanzarla, la gente gritaba “aguas” para prevenir algún infortunio.

El que quiera azul celeste, que le cueste

Años atrás, el lapislázuli era un mineral casi tan preciado como el oro por el costo de su extracción y transportación. El azul celeste ocupado para los cielos de los retablos de las iglesias se obtenía mezclado lapislázuli con blanco. Así que ponerle azul a los cuadros era muy costoso. Los jerarcas de la iglesia adoptaron esta frase y la aplicaron a sus feligreses.

Un ojo al gato y otro al garabato

Antes de la invención del refrigerador la gente tenía algunos métodos para conservar las carnes, se preparaban embutidos que aguantaban más el proceso de descomposición. Estos embutidos los colgaban en fierros conocidos como «garabatos». Las personas también tenían gatos para mantener alejados a los ratones, pero los gatos trepaban a los garabatos para robar la comida de la casa, por eso era importante echar un ojo al gato y otro al garabato.

Andar hecho la mocha

En el tiempo e que llegaron los ferrocarriles a México, pero su peso volvían lentas a las locomotoras, tiempo después llegaron locomotoras más pequeñas, destinadas a cumplir labores locales dentro de las estaciones, como no tenían muchos vagones eran más rápidas, pues estaban «mochas», así que las locomotoras mochas iban con más velocidad. Ir hecho la mocha es ir más rápido.

Darle vuelo a la hilacha

La palabra «hilacha» significa: Un pedazo de hilo que se desprende de la tela. La Real Academia Española lo define como «residuo o vestigio». Darle vuelo a la hilacha es cometer actos que terminarán por destruir o desgastar el tejido sin medir las consecuencias. También se usa «irse como hilo de media», «dejarse ir como chivo en cristalería», «como gorda en tobogán».

Dar gato por liebre

Es una referencia en las obras literarias del Siglo de Oro en España, siendo Quevedo uno de los autores que más la usaban. En las hospederías o mesones, con tal de ahorrarse un dinerito, a veces se usaba carne de dudosa procedencia, llegando a reemplazar el conejo o el cabrito por carne de gato. Los dueños de los establecimientos recitaban en la mesa el siguiente conjuro: «si eres cabrito, mantente frito; si eres gato, salta al plato». Obviamente la carne nunca saltaba, así que todos entendían que no era carne de gato.

¡Aquí hay gato encerrado!

Antes llamaban «gato» a un bolso donde se guardaba dinero, un costalito de monedas que retratan en las películas de la Edad Media. Para que la gente no fuera robada durante los viajes, cosían estos bolsitos con dinero en alguna parte oculta de la ropa. Cuando el bolso era descubierto por los ladrones, se decía «aquí hay gato encerrado», y así robaban a las personas.

Poner los puntos sobre las íes

Se refiere a alguien muy minucioso, o que algo debe quedar claro y sin lugar a dudas. La frase es del siglo XVI, cuando aún se usaban caracteres góticos para la escritura de la lengua española. La letra «i» aún no contaba con el punto que hoy lleva y cuando se escribían dos “i” seguidas, era muy fácil que se confundiera con la letra “u”, para evitar la confusión se ponía una tilde o «virgulilla» sobre las letras i. Con el tiempo la tilde se convirtió en un simple y llano punto. Siempre es bueno poner los puntos sobre las íes y evitar confusiones.

¡Eres un ave de mal agüero!

El origen es de la antigua Roma, los romanos eran supersticiosos y consultaban oráculos y a agoreros, solían predecir acontecimientos basados en el vuelo de buitres o cuervos. Si el ave era portadora de malas noticias, se decía que era un ave de mal agüero. En la actualidad la gente sigue usando esta frase, aunque no crea o consulte a los agoreros.

El valedor, el que te hace «la valona»

El diccionario de 1726 lo define como persona que «ampara, protege o patrocina».  Una valeduría es un favor que te saca de un apuro, los mexicanos transformaron hacer una valeduría como «hacer la valona». La valona es un ritmo proveniente de Valonia, una región al sur de Bélgica y que gracias a los migrantes hoy forma parte del folclor michoacano, hacer la valona no tiene nada que ver con los balones.

En un santiamén

La expresión en un “santiamén” hace referencia a la última parte de la expresión «In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti, Amén», en ese momento todos salen lo más rápido posible de la iglesia.

Chupó faros

Proviene de la Revolución Mexicana, cuando los fusilamientos eran muy comunes. A los condenados a muerte les concedían un último deseo, y el de muchos era fumar un cigarro. En esas épocas los Faros eran los más comunes, por eso decían «ya chupando Faros».

Me hace lo que el viento a Juárez

Se dice que en su infancia de Benito Juárez siempre salía a pescar junto con sus amigos, pero un día, el viento los sorprendió y los niños asustados, se lanzaron al agua y llegaron a la orilla. Benito permaneció en la barca y nada le pasó. La anécdota se expandió por el pueblo de Guelatao.

También se dice que tras la muerte de Juárez, en uno de los murales que se hizo en su honor, Benito aparecía muy bien vestido y peinado, pero en el fondo se veía una bandera que ondeaba con gran fuerza, como si un fuerte viento la estuviera moviendo. Por eso se creyó que el cuadro era incongruente, pero se hizo popular la idea de que ni el viento podía despeinar a Benito.

Cien frases mexicanas que has dicho más de una vez, aquí.


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