A unos días de que termine su mandato como Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama ha dado carpetazo a la política de «pies secos, pies mojados», rompiendo con el memorando que amparaba a inmigrantes de la isla desde 1995.
LA DISPUTA POR EL ASILO POLÍTICO
Con dicha medida Obama concluye una política que promovía una agenda migratoria «permisiva» para los cubanos y que desde 1996 formara parte de la Ley de Ajuste Cubano, misma que garantizaba que cualquier emigrante de la isla que lograra llegar a Estados Unidos de manera ilegal, podía residir en dicho país por un año y sin problemas, ley que llegó a conocerse como «pies secos, pies mojados«.
Hace a penas unas horas y antes de que fuera aprobada esta nueva normativa, todo aquel cubano que fuera detenido en el mar (pies mojados), era deportado a su país, sin miramiento alguno o se quedaba varado en Costa Rica o Nicaragua; mientras aquellos que lograban tocar tierra (pies secos), tenían todo el campo abierto para permanecer en Estados Unidos, pedir ayuda, inicial, acceso a las filas de trabajo y, transcurrido un año la posibilidad de obtener la residencia permanente.
Este cambio drástico en las relaciones bilaterales con Cuba significa que de ahora en adelante cualquier cubano que entre a territorio norteamericano de manera ilegal experimentará la suerte de cualquier mexicano, salvadoreño o guatemalteco en materia migratoria.
Conforme a información provista al portal de Univisión por parte del abogado especialista en inmigración, Wilfredo Allen, los cubanos que sean sorprendidos ingresando al país norteamericano de manera ilegal, habrán de solicitar asilo político para legalizarse, tener una entrevista creíble y aprobarla para entrar a ese territorio bajo su propia palabra o bajo fianza
CUBA EN MANOS DE CUBANOS
Hoy con el fin a la política «pies secos, pies mojados», Obama sorprende a la comunidad internacional con declaraciones que argumentan su decisión como uno de los pasos importantes para avanzar hacia la normalización de relaciones con Cuba, además de otorgar mayor consistencia a su política migratoria.
Tras la declaraciones de Trump en su camino hacia la toma de la presidencia norteamericana y de su amenaza de revisar a fondo las relaciones con La Habana, Obama argumentó también que su medida de último minuto, paradójicamente defiende el acercamiento con Cuba, buscando la mejor manera de garantizarle a los cubanos la búsqueda de reformas y de llevar un mejor destino.
Con información de El País y Univisión.
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