«Encuentra aquello que amas y deja que te mate»
Charles bukowsky
Tengo un amigo que es una persona común y maravillosa, me preguntaba ¿cómo hacer para levantarse y hacer ejercicio? Yo veo que tú lo haces y otras muchas personas también, pero yo no puedo.
Yo le dije que él necesita una verdadera motivación y después de mucho platicar, resumimos que él podría ser el ejemplo de hábitos saludables para lo que más ama: sus hijos.
Yo también hago todo lo que hago por amor, con todas la vertientes que esto implique.
Cuando me levanto. Recuerdo que para mi: “La vida es guerra” y yo no quiero perder mis guerras, así que le gano al perezoso y así voy avanzando. A veces me miento y digo «sólo unas lagartijas», «sólo una carrerita», etc. Porque yo sé que en el fondo sigo siendo una entidad primitiva; bastante curiosa, pero aún primitiva. que en los momentos en los que alcanza la lucidez por unos segundos, descubre que en verdad hemos podido avanzar muy poco.
El mundo sigue siendo un misterio. En una gama incontrolable de movimientos, vivimos en una variante de incontables probabilidades, eso que “Gurdjief” denominaba el ocurrir. El mundo nos ocurre y muy poco podemos hacer para evitar procesos que nos desagradan o nos afectan. hoy día tenemos conceptos como Vía Láctea, como universo, átomo, Quartz, etc. que realmente no alcanzamos a comprender, aunque sean parte de nuestro día día. sin embargo esta pequeña comprensión nos basta para continuar. A veces para opinar y otras veces para sentirnos agredidos u ofendidos, ante una vida que fluye de manera acaudalada y nos arrastra con ella.
Seguimos siendo (hablo por la gran mayoría) el pequeño primate que miraba la selva y escuchaba infinito sonidos y su corazón se aceleraba por temor; el miedo sigue siendo ésa pequeña vos programada en nosotros y que nos ayuda a sobrevivir. O por lo menos es lo que aún nos hace creer que hace, mantenernos a salvo. Bajo esa necesidad, creamos las sociedades en las que hoy vivimos; cuando somos parte de esta masa social, conocemos mucho y tenemos acceso inmediato a una red de información.
Pero cuando somos realmente sinceros, cuando realmente buscamos en nosotros la verdad, nos encontramos infinitamente desamparados; descubrimos en el silencio y la soledad. Y nuestra realidad en cuestión de minutos se transforma, cuando empezamos a evaluarnos de manera objetiva, descubrimos que de alguna manera podemos vivir en una mentira. Porque esa mentira es linda y es dulce, como los alimentos con azúcar. El azúcar es el mejor ejemplo para ver la falsedad en la vivimos.
Los invito a que durante una semana analicen los alimentos que contienen azúcar y que estudiemos que es lo que hace el azúcar en el cuerpo sobretodo en las cantidades de consumo. Con solo ese pequeño ejemplo práctico romperemos los paradigmas, empezaremos a conocernos, a estar poco a poco conscientes de lo que comemos, de lo que vemos, de lo que escuchamos; y solo así a través de nuestras guerras personales es que podremos crecer. Lejos del sillón, de los padres, de los trabajos mediocres que se disfrazan de seguridad, encontramos la verdad y puede resultar que la verdad no sea de inicio el espacio más agradable, pero puedo asegurar a cada uno y mirándolos a los ojos, que al final ese es el mejor camino.
Encuentra lo que te apasione y fluye.
Empieza a tomar responsabilidad de tu propia vida, ser responsable de nuestro cuerpo nos guía a ser responsable de nuestras acciones y En la vida son nuestras acciones y la voluntad; la base que nos define.
Francisco Javier Garrido