Pongan una pausa al mundo por favor

Angie Brenes

Un viaje a Tequesquitengo fue una especie de pausa que mi familia y yo decidimos poner tras una fuerte sacudida que nos dio la vida recientemente.

Angie Brenes
Angie Brenes

Sin duda necesitábamos un respiro, al mismo tiempo que nos manteníamos unidas y tratábamos de descubrir cómo y cuándo daríamos el siguiente paso.

La vida es relativamente fácil cuando se tiene una red de apoyo. Supimos estar bien plantadas y firmes para un posible impacto,  intentando funcionar como una máquina de engranes donde era clara la fortaleza y debilidad de cada una… y sobre eso intentar sacar adelante la situación. Por supuesto hubo choques, diferencia de velocidades, direcciones y estilos, pero hoy con un poco de perspectiva, puedo reconocer que hay una gran fortuna y privilegio en tener a mi familia.

Hoy, lo que llamamos mundo, parece ser impredecible. La humanidad se encuentra más unida que nunca, probablemente por el papel que juegan las redes sociales como ventana a las historias que se están escribiendo a la distancia o talvez sea porque del dolor nace la solidaridad y empatía; lo cierto es que estar ahí para acompañar al de enfrente durante un momento difícil es de suma importancia.

La pérdida se ha visto manifestada de diferentes formas; en la gente que amamos, en trabajos, en estilos de vida, en estabilidad, salud, relaciones y un gran etc. y es normal experimentar dolor y lamento. Sin embargo, además de cuidar nuestro bienestar, es importante también checar cómo se encuentra el de enfrente, hacer saber que no se está solo, que se puede contar con nosotros aunque sea como compañía, como un oído que solo escucha, un hombro en el cual apoyarse…

La empatía juega un rol crucial, pues nos permite sensibilizarnos a lo que el otro está experimentado y servir mejor como apoyo, también nos estamos humanizando más, dejamos poco a poco a un lado lo mundano, aquello ajeno a la riqueza del alma y nos convertimos en seres más evolucionados, conscientes.

Irónicamente, cuando se experimenta una sacudida a nivel familiar, el apoyo puede venir de fuentes externas, como amigos, parejas o expertos en materias del espíritu y la mente. También estar a solas es una forma válida de encontrar fuerza y aprender con filosofía la lección que nos trajo la vida tras un fuerte impacto.

Es verdad que la vida es bella, solo hay que verlo. Así de simple. Simple no es sinónimo de fácil, por supuesto es un reto, pero con el tiempo y reflexión, finalmente llegamos a esa historia donde tras entender la lección de la vida, se ve la bendición disfrazada de trago amargo.

En mi caso, una situación difícil, hizo tan claro como el agua que mi hermana Alexandra es la guerrera más grande que la historia haya visto, que mi hermana Natalie es portadora de una paz inspiradora, que mi madre es un ángel y mi papá un héroe y eso me saca una gran sonrisa. También agradezco infinito aquellas duras experiencias que me hicieron lo suficientemente fuerte para hoy poder escribir al respecto con la certeza de que todo está bien y no importa lo que suceda en un futuro, siempre llevaré en el corazón la memoria de unión familiar indiscutible durante una situación difícil, las amigas Maddox y familia formándose con amor y solidaridad como una especie de red en caso de que caiga y a Dios sonriendo en un hermoso atardecer en el lago de Tequesquitengo, en compañía de mis hermanas y diciéndome con amor: Tranquila, todo está bien.

En honor a mi papá…

Una corona para ti.

Angie D. Brenes

Instagram: AngiedBrenes

Twitter: @angiebrenes

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