El embarazo adolescente representa un grave problema de salud pública a nivel mundial. En la adolescencia la anticoncepción de emergencia (AE) tiene particular importancia, ya que en esta etapa son frecuentes las conductas sexuales de riesgo y, por las características que tiene este grupo, no se utiliza adecuadamente, y con frecuencia tampoco se utiliza ningún otro método anticonceptivo. El inicio a edades cada vez más tempranas y sin protección de la actividad sexual es una realidad entre la población adolescente, de ahí que la AE sea una alternativa, siempre que la conozcan, la utilicen responsablemente y cuenten con la información necesaria para decidir hacer uso de ésta.
El uso de términos como “anticoncepción poscoital” y “píldora del día siguiente” para referirse a la AE, han creado confusión en su uso, fundamentalmente entre las adolescentes, el concepto de AE lo que trata de reflejar es que se utiliza de forma emergente y no regularmente.
Las situaciones en que la AE está especialmente indicada incluyen: una relación sexual sin uso de un método anticonceptivo, uso incorrecto del método anticonceptivo o de barrera regular como, ruptura o deslizamiento del condón, expulsión del dispositivo intrauterino, relaciones en el período fértil, olvido de tomar la píldora de uso diario, etc.; en caso de violación, si la mujer no está usando un método anticonceptivo. Es conveniente mencionar que las píldoras no pueden interrumpir el embarazo pues no surten efecto después de que se ha producido la implantación.
Los efectos secundarios por su uso incluyen náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos, calambres, fatiga y/o hipersensibilidad de las mamas. Si el vómito ocurre más de dos horas después de tomar las píldoras, la mujer no debe preocuparse, porque el fármaco ya ha sido absorbido por su organismo. También puede ocurrir sangrado irregular hasta que la menstruación se presente de nuevo, la que puede llegar antes o después de la fecha esperada. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen en un término de 24 a 48 horas.
Es importante considerar el inicio de la anticoncepción regular después de utilizar la píldora anticonceptiva de emergencia, el uso de un anticonceptivo regular disminuirá las posibilidades de reincidir en el uso de la AE y sus efectos en el desarrollo en la pubertad y adolescente.
En el periodo entre la pubertad y la madurez sexual tienen lugar múltiples procesos de maduración cerebral, incluyendo modificaciones neuronales, así como en la arquitectura y funcionalidad de diversa áreas cerebrales. El inicio de la pubertad trae consigo oleadas constantes de estrógenos y progesterona que se suman a los esteroides producidos en el cerebro. Los centros de control de las emociones, de la memoria y el aprendizaje y de la actividad sexual se modifican. Las hormonas sexuales estimulan múltiples acciones, a corto y a largo plazo, la composición de la píldora de AE, de elevada dosis hormonal, plantea la urgencia de un conocimiento profundo acerca del posible efecto que el descontrol del ciclo menstrual, en un momento de consolidación de la maduración cerebral.
Los cambios en los niveles de esteroides sexuales durante la pubertad y adolescencia pueden anteceder a desordenes psiquiátricos cuya prevalencia es característicamente femenina como depresión y trastorno de ansiedad.
Los servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes tienen del deber ético de dar a conocer datos científicos acerca de la influencia de los estrógenos en la maduración del cerebro de mujeres jóvenes, tanto para informar ampliamente a las posibles usuarias, como para favorecer una atención adecuada.
Siempre es conveniente destacar que la AE no protege contra las infecciones de transmisión sexual.
Irene Torices Rodarte