Factores que impactan en las relaciones amorosas actuales
Factores y más factores…
Son muchos los componentes que intervienen en la dificultad de encontrar, construir y sostener una vida de pareja plena. En cada uno de nosotros puede tener mayor peso alguno que otro, pero generalmente intervienen más de uno a la vez. Este entramado de factores hacen que las decepciones amorosas, más que un simple auto sabotaje, sea un tejido con diversos componentes personales, amorosos y sociales, difíciles de entrelazar.
Repasemos algunos:
1.- Componente temperamental: Las personas al nacer no somos una “tabla raza”, venimos al mucho con una carga genética que nos predispone hacia diversas vertientes. Una de ella es la tendencia natural a la extroversión o a la introversión. Esta distinción, y siguiendo a Susan Cain escritora y conferencista norteamericana, señala aquellos rasgos de carácter que nos hacen requerir -para el propio crecimiento y bienestar-, espacios más tranquilos y solitarios o bien situaciones de mayor convivencia y estimulación.
2.- ¿Infancia es destino?: No podemos menospreciar el impacto de los vínculos con nuestros cuidadores primarios en cuanto a la imagen que tenemos sobre nosotros mismos. La mirada recibida en los primeros años de la vida, si bien no determina nuestro futuro, sí condiciona nuestra manera de valorarnos.
3.- Lealtades invisibles: Dentro del mismo rubro, pero con un matiz diferente, influyen las historias que se cocinaron en nuestra familia de origen. Nos guste o no la historia compartida con ella, por el simple hecho de pertenecer a un núcleo familiar generamos un sentimiento de compromiso y unión más o menos consciente hacia él.
4.- Desencantos amorosos: La mayoría de los habitantes del siglo XXI hemos atravesado más de una relación amorosa. Seguramente en nuestros pasados amores hubo momentos bellos, pero también situaciones lastimosas, ni que decir de las relaciones francamente tóxicas que nos dejaron un mal sabor de boca.
5.- Desconocimiento personal: Es tarea de cualquier ser humano conocerse a sí mismo: sus competencias, sus deseos, sus necesidades, intereses y valores. Muchas relaciones se frustran porque no alineamos nuestras aspiraciones a nuestras posibilidades: o esperamos demasiado de la pareja o nos conformamos con demasiado poco.
6.- Creencias erróneas del amor
En contraposición con la idea del “amor eterno” hoy podríamos pensar que “el amor es eterno mientras dura”: la idea de que “algún día no estaremos juntos” ya sea por una separación, o por la misma muerte, no es un augurio de fatalidad sino una realidad ineludible. De cualquier modo, la posibilidad de terminar no es una razón sustanciosa para no volver a amar.
7.- Priorizar la individualidad: ¿Cómo conjugar el anhelo de compañía con la posibilidad de construir una vida individual? Hoy más que nunca surge con intensidad la pregunta: “¿qué soy y qué quiero para mi?” La respuesta a este cuestionamiento existencial integra -además de la pasión amorosa- la pasión por la autonomía y por la autoafirmación: la época que vivimos se caracteriza por la colusión de intereses entre familia, amor y libertad individual.
8.- Desacoples de género: Hoy como nunca vivimos la “guerra” de los sexos. Las mujeres están avanzando rápidamente en el tema de equidad y la mayoría de los hombres se encuentras desorientados. Buscamos relaciones igualitarias, y al mismo tiempo nos cuesta trabajo romper los patrones ancestrales que esperan mujeres pasivas, dóciles, sobre emocionales, y hogareñas, y hombres fuertes, protectores, proveedores, inquebrantables e infatigables.
9.- Sociedad en permanente transformación: La celeridad de las comunicación y la sociedad en rápida transformación abre cada día nuevas formas de estar en pareja, pero la falta de modelos amorosos probados genera temor, desconfianza e incertidumbre. Las redes sociales han conformado una nueva forma de relacionarnos que nos conecta a unos con otros al tiempo que mantiene una estremecedora lejanía en estos “encuentros”. Un sabor a soledad y miedo queda después de la fascinante cercanía y del vertiginoso descubrimiento.
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