Mi trabajo tiene que ver mucho con ayudar y apoyar a las personas que llegan a mi espacio, y a veces me encuentro con que a mí se me olvida que también lo necesito.
Desde hace unas semanas me he enfrentado a situaciones en las que he tenido que pedir ayuda y dejarme apoyar y para mi sorpresa, noté que es algo que en verdad me cuesta mucho trabajo. Punto y aparte de que tengo la creencia de que yo sola tendría que poder con las cosas, me di cuenta que debajo del no poder permitir que me apoyen tiene que ver con una sensación que tengo: no merecer.
Me he dado cuenta de que pienso y siento que si los demás me apoyan entonces genero deuda, como si algo me obligara a ellos. Esto tiene que ver con que me cuesta mucho trabajo aceptar que si la gente me quiere apoyar es porque me ven valiosa, merecedora y me quieren.
Ahora, si tú notas que también te cuesta trabajo pedir ayuda no necesariamente te pase lo mismo que a mí en cuanto a sentir que no mereces. Quizás para ti tiene que ver más con que te da vergüenza, o tal vez te da culpa o miedo. Vivimos en un mundo en el que se nos enseña a ser autoexigentes y creer que solos deberíamos poder. Se nos olvida que somos animales de manada y que estamos cableados para operar más eficazmente en grupo y en equipo.
Si notas que eres uno de los míos y también te cuesta trabajo pedir o recibir ayuda te dejo los siguientes tips para que puedas empezar a hacer algo distinto:
- Nota qué emoción hay debajo: si la ves, es más probable que puedas cuidarte usándola a favor.
- Ten paciencia: de verdad es difícil acercarte a la gente, en general no se siente bien.
- Se específico: a veces sólo nos enfocamos en cómo no nos apoyan y no nos escucharon cuando pedimos el apoyo. Te será más difícil no notar el apoyo su li lo recibes en la forma en la que lo pediste (por ejemplo, cuando me veas dame un abrazo).
Si notas que siguiendo estos tips te sigue costando trabajo, te recomiendo que acudas con un especialista. A veces es más fácil recibir el apoyo de alguien que se preparó para darlo.