Orgasmos. Esa palabra te persigue. Está en el cine, la tele, los comerciales, internet y, por supuesto, en las conversaciones con tus amigas. Todas hablan de ellos y juran que son la mejor sensación del mundo y, aunque los has tenido, jamás te han parecido la gran cosa. ¿Serás tú el problema o es que al mundo entero le gusta exagerar?
Aunque sería fácil culpar a tu pareja o compañeros sexuales de que no disfrutes tus orgasmos, la realidad es que sólo tú eres responsable de tu placer. Es imposible que goces aquello que no te permites sentir.
De hecho, puede haber más de una razón para que tus orgasmos no sean como esperas. Algunas de ellas son:
- Pensar. Si cuando estás en pleno acto sexual te la pasas pensando en si llegarás al orgasmo o no, lo único que lograrás es inhibirlo. Recuerda que ése es una respuesta refleja del organismo, por lo que si relajas la mente y te concentras en lo que experimenta cada uno de tus sentidos, notarás la diferencia.
- Responsabilidad. ¿Tienes idea de lo que te gusta en el sexo o le dejas a tu pareja el trabajo de adivinarlo? Seguramente no es adivino, así que si no pones de tu parte, jamás sabrás por qué hacen tanto alarde por los orgasmos.
- No piensas en ti. Está perfecto que quieras que el disfrute al máximo sus encuentros, pero… ¿y tú no tienes derecho a hacerlo? Tal vez hagas cosas que ni te gustan sólo por satisfacerlo, así que se vale que te pague con la misma moneda o busquen nuevas opciones para conectarse nuevamente.
- Concentración. ¿En qué piensas mientras en plena en acción? ¿En lo mucho que te gusta tu pareja, lo que quisieras hacer o cómo lo estás disfrutando? Esperamos que sí, porque si te la pasas dándole vueltas a los pendientes del trabajo o en la cartulina que se le olvidó al niño, difícilmente tendrás un orgasmo como Dios manda.
- Práctica. Eso de que la práctica hace al maestro es totalmente cierto y aplica en el terreno sexual. Si no tienes mucha experiencia o sólo has tenido un par de encuentros con tu pareja, probablemente necesitas practicar un poco. ¡Pídele un curso intensivo de regularización!
- Paciencia. Tener un verdadero orgasmo lleva tiempo, por lo que debes ser paciente y no dejar las cosas a medias. Si te gusta un tipo de estimulación mantenla hasta que se pierda la sensación, no cambies de postura rápidamente y da la oportunidad para ver cómo evoluciona.
- Suelo pélvico. Existe la posibilidad de que los músculos de tu pelvis no se contraigan adecuadamente y por ello tus orgasmos no sean tan intensos, puedes ejercitarlos con el método Kegel.
Si te sientes más osada y en serio quieres tener orgasmos alucinantes, puedes practicar con ayuda de un buen vibrador. ¡Tú decides!
¿No conoces el método Kegel? ¡Aquí te explicamos en qué consiste?