¿Has visto que hay mil teorías de cómo descubrir a un mentiroso? Descubrir a una persona que miente es de las cosas que más nos gustaría aprender a hacer porque de esa forma sentimos que se nos quitará el miedo, yo como psicólogo en algún punto creía que seguro podríamos desarrollar una forma de descubrir a los mentirosos… pero te tengo una mala noticia, no se puede.
Hace poco vi una serie, la verdad no es el tipo de serie que me pongo a analizar a fondo, más bien es de esas series que veo en modo automático mientras descanso mi mente pensando en otras cosas mientras la veo, sin embargo la premisa me pareció soberbia y me impulsó a poder escribir sobre este tema.
Si te interesa verla, corre, échatela rápido y luego regresas, porque claramente echaré a perder un poco el contenido con esta columna (spoilers).
La premisa es esta: Alejandro está desesperado, acaba de perder su trabajo, no tiene donde vivir, fracasó como escritor escribiendo el peor libro de la historia, que además tiene un título soberbio, “El perfecto patán”, y para colmo no conoce a nadie. Entonces decide buscar un lugar donde vivir, y ve un anuncio en internet para ser roomie en un departamento en la Roma que renta una chica, ¿Y quién es esta chica? Tessa, una chica que acaba de romper su compromiso porque cachó a su prometido con una mujer en su propia cama. Por lo tanto lo ultimo que quiere es un hombre en su casa, o mejor dicho, un hombre heterosexual.
Y entonces, ¿qué hace Alejandro?, miente, dice que es gay, y logra quedarse con el departamento. Como podrás imaginar la serie se desarrolla en función de esta mentira y la verdad, lleva a situaciones muy divertidas, sin embargo, para el final de la primera temporada, y toda la segunda, la mentira ya es de conocimiento público y la reacción de todos es increíblemente absurda.
Lo rechazan, lo alejan, lo golpean, lo maltratan y lo insultan, todo por haber fallado y no saber como solucionarlo, pero, ¿por qué a mucha gente le hace sentido este tipo de reacción ante estas situaciones?
Es sencillo, porque nunca sabemos cuando alguien nos está mintiendo y eso nos da miedo y nos hace sentir inseguros, una vez que alguien miente conscientemente, no sabremos si lo volverá a hacer, por lo que lo natural es “desconfiar” de esa persona, ya que eso nos da una sensación de control y seguridad.
Preferimos alejar a la persona que nos ha mentido, no importa lo cercana que sea, porque, en nuestra necesidad de buscar seguridades, ponemos en duda no sólo lo que mintió, si no todo lo demás.
Para serte sincero la pasé mal viendo la segunda temporada, más que nada porque reitera la idea de que si fallas en un grupo social que te quiere serás castigado y rechazado, y en vez de mirar en contexto lo que vivió el personaje, se convierte en el blanco del rechazo de todos, demostrándose que en esta vida no se tiene permitido fallar.
Justo la paradoja de la mentira es que cuando empiezas, pareciera que tienes que mantenerla, a como dé lugar, porque hablar de la verdad hace que las personas contactemos con esa parte insegura, y en muchos casos, rompe relaciones.
Pero, ¿qué pasa cuando tenemos mentiras pequeñas o justificaciones que realmente son mentiras hacia nosotros mismos? En lo personal lo que hago es justificarlas, rara vez las revisito o las veo nuevamente, es más fácil decir, se me hizo tarde porque había tráfico que me eche 5 minutos más en la regadera porque se sentía bien rico. Y no tiene nada de malo en eso, no dañamos a nadie, y la realidad es que se nos olvida rápido. Y podemos ser medio nazis al respecto y decir “UNA MENTIRA ES INJUSTIFICABLE” etc., pero la neta es que eso no está en la forma en cómo operamos, sin embargo, cuando alguien nos miente, no existe justificación alguna de esa mentira y nos la tomamos como algo personal.
La solución es aprender a confiar, es interesante porque no aceptamos que no sabremos nunca cuando alguien nos miente, y por lo tanto el engaño es inevitable, por eso es más importante que aprendamos a reconocer que esa mentira tiene que ver más con la persona que la dice que con la persona que la recibe. Volver a confiar en alguien después de que confiesa su mentira es una parte importante de mantener relaciones, sobre todo si es algo que ha ocurrido una o dos veces en la vida.
Ahora si tienes una amigo que miente todo el tiempo de todo, ya es otra cosa, y ahí tienes la libertad, el permiso y las ganas de hacer lo que quieras, porque más que tener una situación donde tienes miedo y quieres estar seguro de que no te vuelva a suceder, esta situación es la de una persona en la cual, realmente, no se puede confiar.
La siguiente vez que tengas a alguien que te mintió por algo, en vez de juzgarlo, pregúntale cuál fue su motivación para mentir, quizás descubras cosas interesantes.
Nos leemos pronto
Fabio Alejandro Valdés Farrugia
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