Las raíces de la educación son amargas, pero los frutos son dulces.
Aristóteles.
Sonaba una canción de banda a un volumen considerable, algo demasiado extraño para tratarse de un microbús, ya que siempre traían el estéreo a todo volumen.
Yo miraba por la ventana. Siendo un niño mi imaginación corría entre las calles y callejones del barrio de Naucalpan. Pero, una voz se alzó estrepitosamente en un momento inesperado y sin saber lo que decía, por el tono y la intención el miedo me invadió. El no saber qué hacer se apoderó de mí, de mi padre y de la mayoría de los pasajeros.
Papá agachó la cabeza. Sólo tres tipos comenzaban a recibir las pertenencias y el dinero, en un camión donde había más de 25 personas.
Estaba asustadísimo, pero mi mente decía que mucho se podía haber hecho. Yo vi a los tres asaltantes, eran dos chavos y un señor de mediana edad. Solo uno traía un cuchillo y otro amenazaba con disparar trayendo la mano debajo de su chamarra, presumiendo que traía un arma de fuego que nadie vio.
Desde entonces y hasta el día de hoy sé cómo profesional en el arte de la defensa que hacer algo imprudente en esos momentos es lo peor que puedes hacer, ya que puedes salir lastimado tú, o causar una tragedia en la vida a alguien más.
Pero también aprendí que la vida suele tener esos matices en nuestro país y debemos estar preparados.
Que hablar de robo, secuestro, tráfico de órganos, trata de blancas, asesinatos, fraude, corrupción, etc., son temas que el inconsciente colectivo asocia ya, a la vida común.
Es este el desayuno que los noticieros nos preparan cada mañana y el resumen que nos brindan para antes de ir a dormir. Hay quienes me dicen que por eso ellos no miran las noticias, no leen los periódicos, etc.
Más de una vez escuche y sigo escuchando que las cosas son así.
La primera vez que logramos ver en televisión, sobre una bomba y vehículos explosivos en medio oriente, fue una cuestión de alerta y llamo la atención del mundo. El mundo, es decir nosotros, no estábamos preparados para ello y no lo estamos. Pero hay cosas más pequeñas que sabemos que estamos expuestos a vivir.
A veces buscamos comparar a México con Japón, por ejemplo, pero, no sabemos lo que es despertar un día después de dos bombas atómicas en nuestra nación y que dos o tres generaciones de nuestras familias nazcan con malformaciones genéticas debido a la radiación. No estamos preparados para ello y es difícil que una nación lo esté. Y a que voy con todos estos ejemplos:
Se aproxima otra alza en el precio de la gasolina y muchas personas se preparan para nuevos saqueos. Esa es nuestra respuesta como sociedad civil; desconocemos la estrategia del estado y no se escucha la defensa de los espacios por parte de aquellos que determinen que ese grupo de la sociedad (los saqueadores) no nos representan. Desde ese punto podremos empatizar con todos los sectores que criticamos, no todos los medios de comunicación son basura, no todos los policías son corruptos, no todos los políticos son rateros, no todos los ciudadanos son saqueadores en momentos de oportunismo. Muchos millonarios creen que los pobres son ladrones o faltos de educación, pero en todos los casos anteriores son los menos.
El punto principal aquí es ¿qué hacemos todos los demás?
¡Otro gasolinazo!
Ya no es la noticia sensacionalista de primer impacto. “Ya sabemos que las cosas son así”
La gasolina sube y va a seguir subiendo.
Este es el principio del México que heredaremos, como se lo heredo mi abuelo a mi padre y mi padre a mí.
Mucho se ha culpado al presidente de la república y a los políticos de esta situación y dentro de las muchas críticas la que más me ha llamado la atención es aquella que cuestiona si el Presidente está preparado para ese puesto, pasada ya mitad de su sexenio. Al igual que Videgaray lo dijo cínica, pero objetivamente; Yo vengo a aprender. Dejando en claro que él no estaba preparado, para el puesto que le otorgaron.
Sin duda estamos resaltando el México del no pasa nada.
La Única forma de cambiar esto es aceptar nuestra condición y comenzar una verdadera preparación con nuestra familia y nuestros más cercanos.
Es estar preparados, es mantenernos alerta.
En este caso pondré un pequeño ejemplo y una alerta sobre la mesa.
“2018” Elecciones Presidenciales y el campeonato mundial de futbol.