Probablemente, jamás hayas escuchado este término, pero en cuanto te expliquemos en qué consiste, te sentirás más que identificado.
Uno de los grandes problemas de las empresas es el ausentismo de los trabajadores. Ya sea por problemas familiares, enfermedad o algún imprevisto, pero el hecho de que un solo empleado falte, afecta la productividad de todos.
Sin embargo, el hecho de que el empelado esté en la oficina no implica que esté cumpliendo con sus labores. En teoría debería de ser así, pero más personas de las que puedas imaginar dedican parte de la jornada a otras actividades que no son propias del trabajo. ¿Cuáles? Consultar páginas web, revisar redes sociales y hacer llamadas telefónicas, entre otras.
Este comportamiento que hemos descrito se conoce como presentismo laboral o ausentismo presencial, y sus efectos negativos son tan graves como faltar a la oficina para ver el futbol.
De acuerdo con un estudio de la Escuela de Negocios de Harvard, el presentismo provoca que las empresas norteamericanas pierdan cera de 150 billones de dólares al año, ya que desciende la productividad de los empleados y de las organizaciones.
Pero eso no es todo, los psicólogos afirman que el ausentismo presencial empeora la salud de los trabajadores, pues provoca fatiga, síndrome Boreout y hasta depresión.
Aunque este problema puede presentarse en cualquier empresa, oficina o lugar de trabajo, se ha detectado que los profesores y profesionales de la salud son más propensos al presentismo, esto porque tienen una mayor carga laboral.
Otros factores que llevan a los empleados a ser presentistas son la excesiva presión por parte de los superiores, la falta de motivación y promoción, así como la realización de tareas monótonas. Sin dejar de lado el caso de los trabajadores que no cuentan con seguridad social, y prefieren asistir enfermos a sus centros laborales para no tener problemas.
Seguramente sabes de más de un caso de presentismo laboral. ¿Lo has aplicado?