Qué es y cómo prevenir la preeclampsia


preeclampsia¡Seguro el médico te lo ha dicho! Durante tu embarazo, es importante que prestes mayor atención a tu dieta y estilo de vida. Los abusos y descuidos podrían llevarte a presentar algunos padecimientos que ponen en peligro el desarrollo y vida de tu bebé, como la preeclamsia y la diabetes gestacional.

También conocida como toxemia gravídica, la preeclampsia es una enfermedad que afecta a entre el 5% y 8% de las embarazadas. Por lo general, se presenta después de la semana 20, aunque puede manifestarse antes.

Los principales síntomas son:

  • Hipertensión arterial
  • Retención de líquidos
  • Proteinuria (presencia de proteínas en la orina)
  • Dolores de cabeza continuos
  • Problemas para respirar
  • Dolor abdominal, en el lado derecho, justo debajo de las costillas
  • Cambios en la visión, como pérdida temporal de la visión, ver puntos o luces centelleantes, fotosensibilidad y visión borrosa.

El principal problema de este padecimiento es que impide el crecimiento adecuado del feto y favorece la disminución en el volumen del líquido amniótico. En los casos más severos puede presentarse desprendimiento prematuro de la placenta e interrupción del flujo de sangre a ésta, por lo que la vida del bebé está en riesgo.

En la mayoría de los casos, se sugiere inducir el parto para evitar que la vida de madre e hijo corran mayores riesgos.

Aunque se desconoce la causa exacta de la preeclampsia, se ha detectado que está asociada a:

  • Trastornos autoinmunes
  • Problemas vasculares
  • Predisposición genética
  • Dieta deficiente

Ten presente que la preeclampsia se presenta con mayor frecuencia en mujeres:

  • Que tienen su primer embarazo
  • Tienen un embarazo múltiple
  • Con antecedentes de preeclampsia
  • Obesidad
  • Mayores a 35 años
  • Con antecedentes de diabetes, hipertensión arterial o enfermedad renal

Para diagnosticar la preeclamsia, tu médico solicitará varios estudios de laboratorio y meditará tu presión, además de que monitoreará el desarrollo de tu bebé.

Toma en cuenta que la única forma de acabar con la preeclamsia es dar a luz, por lo que el médico podría inducirte el parto o programar una cesárea. Eso sí, debes tener al menos 37 semanas de embarazo para recibir este tratamiento, de lo contrario, tendrás que adoptar algunas medidas para controlar la enfermedad y permitir que el feto termine desarrollarse. Entre ellas, destacan:

  • Permanecer en reposo absoluto
  • Acostarse únicamente sobre el lado izquierdo del cuerpo
  • Tomar mucha agua
  • Consumir menos sal
  • Tomar medicamentos para bajar la presión arterial

Si sigues las indicaciones del médico, los síntomas de la preeclampsia desaparecerán después de seis semanas de haber dado a luz, aunque es posible que la hipertensión empeore en los primeros días posteriores al parto.

 

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