Quizá estemos poco relacionados con este concepto pues junior en inglés se utiliza para llamar a un menor y si bien es cierto que tiene varias acepciones, en esta ocasión lo utilizaremos para identificar a aquellos menores de edad a los que la clase privilegiada económicamente les otorgan todo tipo de comodidades ilimitadas sin valorar la persecución de un objetivo que le de sentido profundo a su vida. Es importante resaltar que no todos los padres de origen privilegiado tienen hijos juniors.
Aquí las acciones más comunes de los padres formadores de niños con el síndrome del junior:
- Les resuelven absolutamente todo sin dejarlos tomar decisiones y asumir sus consecuencias; ejemplos claros: chocar un coche y comprarle otro inmediatamente, llevarlos de viaje aunque no hayan cumplido con sus deberes escolares, comprarles todo lo que quieran, ir al colegio a resolver sus materias reprobadas.
- Dejar que traten a las personas como objetos o como medio para conseguir algo inmediato.
- No fomentar la paciencia y la capacidad de trabajo.
- Dejar que renuncien a cualquier actividad porque “ya se aburrieron”.
- Prohiben que otro adulto ponga límites a sus hijos en cualquier circunstancia, incluso cuando existen riesgos personales.
- Cuando se enfrentan a un problema difícil con uno de sus pares, los padres intervienen inmediatamente incluso con otro menor de edad.
- Permiten las mentiras o dejan que les digan todo sin ayudarlos a analizar la consecuencia de sus conductas.
El punto más importante es que estas dañando la independencia y el autoestima de tu hijo, pues le das el mensaje que él no puede hacer nada por si mismo y siempre necesitará de ti por lo que nunca logrará sentirse valioso ni valorar a nadie, más que por lo que le “sirva” o lo que tenga. Recordemos que educar es un acto consciente y nuestra obligación como padres es enseñarlos a que hagan su vida, sean independientes y buenos seres humanos y realicen sus sueños, asumiendo las consecuencias.