A nadie sorprende que cuando una pareja se separa los hijos terminen en el centro de los problemas.
Cada vez es más frecuente que alguno de los padres, o ambos, utilicen a sus hijos como armas contra su ex, por lo que les hablan mal de él o ella. El problema es que con estas actitudes quienes de verdad terminan lastimados son los niños o jóvenes.
Conocido como alienación parental, este comportamiento es considerado por los especialistas como maltrato infantil o adolescente, ya que puede provocar ansiedad y depresión en los menores.
Muchos de los niños y adolescentes que son víctimas de este comportamiento terminan por elegir un bando, lo que desencadena que se perciban como personas infieles con uno u otro padre.
Si te encuentras en esta situación debes tomar en cuenta que lo que haya ocurrido entre tus padres es algo que sólo les incumbe a ellos. Cada uno tiene su versión de las cosas y no conoces la historia completa de lo que pasó entre ellos.
Bien dice la Kabbalah que todos tenemos una película completa de nuestra vida, pero no conocemos la película de los demás. Cuando ves a una persona enojada en el transporte público te atreves a juzgarla, pero no sabes de dónde viene o qué le pasa. Desconoces su historia.
Lo mismo pasa con los padres. Muchas veces tienen problemas serios. Pero lo que tu papá o tu mamá hayan vivido y estén sufriendo ahorita tiene que ver con ellos, con su historia. Una historia que ignoras.
De ahí la importancia que no intervengas y no tomes partido. Deja que los adultos resuelvan sus propios conflictos. Aunque uno de ellos te hable mal del otro, no debes olvidar que siempre serán tus padres. Tanto tu mamá como tu papá han tratado de dar lo mejor por ti, así que se merecen todo tu amor y respeto.
La próxima vez que alguien te hable mal dile: “Entiendo que tengan problemas y respeto tu sentir, pero no me metas a mí en sus asustos. Él o ella siempre serán parte de mi vida, por lo que me lastima mucho lo que me dices.”