Querida nación: La guerra es ahora

Francisco Javier Garrido

En el caos busca la simplicidad y en la discordia la armonía.

Bruce lee

Francisco Javier Garrido

Más allá de lo que nos puedan contar personas y medios de comunicación masiva; podemos darnos cuenta que la competencia es ahora y en todo momento.

Desde los núcleos familiares más sólidos; hasta la relación entre naciones. Hay batallas por malos entendidos o por situaciones que frenan o imponen las voluntades, por ello es que estas batallas, pueden ser internas o colectivas, pero todas llevan a un conflicto mayor:

«Las Guerras».

Cuando tomamos conciencia de ellas, la dificultad es menor; por ello es importante usar algunos de los fundamentos que grandes maestros estrategas, nos han dejado y que conocemos gracias a su popularidad. Pero, no sabemos cómo ponerlos en práctica.

El hecho de mencionar pequeños conflictos y grandes guerras es poder demostrar que las reglas del combate son fundamentos; por ello no importa la dimensión del conflicto, pero si la aplicación del conocimiento.

La verdad es que si la historia nos nutre de manera favorable, mucho podemos aprender de ella.

En estos tiempos como nación, estamos buscando la unidad, gracias a un personaje muy importante en la política internacional. Donald Trump. Personaje sumamente exquisito; que de alguna manera está proyectando más interés político y nacionalista, que ningún político de la actualidad en nuestra nación.

Después de la presidencia de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y solo antecedido por el gran trabajo del Expresidente Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940) no se han mostrado actividades políticas por parte del gobierno federal, que estén aunados a un sentimiento de progreso colectivo y repito nacionalismo.

Es Trump quien viene a fomentar la unidad latinoamericana, más que el repudio que pueda causar el nombre de Peña Nieto en nuestro país. Con ese discurso que tan a favor, nos ha venido pegando en lo poco de dignidad y orgullo que queda como nación ante los ojos de la política extranjera y aunque el presidente haya tenido respuestas tan precisas ante los movimientos gubernamentales del norte, poco se ha apoyado tales acciones.

El plan siempre suele ser sencillo. La aplicación es lo más complicado. Por ello, incito que pongamos en práctica algunos de los fundamentos. (Que en un futuro podrán analizar más a detalle en la publicación de mi libro. Dodecalogo del Guerrero)

“El fundamento número 1 de todo combate es la aceptación”

Estamos débiles. Es lo primero que debemos aceptar; pero no somos débiles esa es nuestra realidad.

ACEPTAR: el cáncer, el alcoholismo, la neurosis, etc., es el primer paso para emprender el camino de la sanación.

Es exactamente lo mismo que debe ocurrir en nuestra nación. Para restablecer el equilibrio de los grandes daños que hoy nos aquejan. Lo podemos ver desde miles de puntos. Pero, no sólo se trata de señalar los errores, es más importante identificarlos y tomar cartas objetivas en cada uno de los fallos.

2.- “Conócete a ti mismo” frase del oráculo de Delfos.

Partir del interior al exterior es la forma autodidacta, en que se puede dar el crecimiento, conocer las fortalezas y nutrir las debilidades, es la forma más objetiva de hacer un ente íntegro y fuerte.

Tenemos grandes fortalezas. como nuestro espacio territorial, que además de extenso, es muy productivo. Pero lo más importante, es que estratégicamente es uno de los más grandes temores de nuestros vecinos del norte. Somos la puerta más grande de acceso a su nación, no solo temen el paso de indocumentados de México y Centroamérica.

Dentro de la historia menos mencionada, podemos encontrar el motivo por el cual; la nación vecina, durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas. permitió se realizara una expropiación petrolera sin generar un conflicto armado por ello. La respuesta: Negociaron por el control de las drogas, que se encuentra entre los movimientos, más redituables en los países al sur de sus fronteras.

Lo cual a la fecha no es exactamente el problema que representaba en aquellos años pero sigue siendo una latente; además del interés que tienen para que México no tenga alianza con alguno de los enemigos políticos de su gobierno.

Tenemos 2 grandes debilidades para esta situación:

La educación, que fue y sigue siendo un espacio con enormes huecos y debilidades en la parte centro y sur del continente, sobre todo cuando hablamos de la concientización de las masas y no la realización de manos de obra mejor preparadas.

El extranjerismo que hasta la fecha ha sido parte de un acervo colectivo, el pensar que por ser extranjero es mejor. No podemos o debemos negarnos a los estándares de calidad que manejan otros países. Pero, muchos de los nuestros son sumamente competitivos.

3.- “el combate exige tener claros los objetivos”

Aunque cada sexenio se hablan de los planes presidenciales que muy pocos leemos, no existe un verdadero plan nacional que lleve un rumbo y nos ayude a ser más objetivos como nación.

En el caso de este fenómeno político llamado Donald Trump; no debemos perder el objetivo, reconociendo que se trata de una persona y su equipo de trabajo y “NO” del pueblo de los Estados Unidos de Norte América. Es decir, ese grupo poblacional que en muchos de los estados y sobre todo ciudades ha manifestado desinterés en las leyes que este político y empresario busca imponer.

Al final del viaje; Puedo asegurar que después de todos estos movimientos de tensión y hasta cierto punto atentados de terror psicológico, la gran mayoría de latinos dentro ese país, como fuera de él; encontraremos el verdadero valor que tenemos, como individuos y como pueblo.

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