En algún momento de tu vida has escuchado hablar de los ángeles y más aún de tu ángel custodio o ángel de la guarda, y seguro esto te remonta sin lugar a dudas a tu niñez, cuando algún miembro de tu familia como tu mamá, una abuela o alguno de tus hermanos, hacían referencia a quien cuidaba de ellos y de ti todo el tiempo. A este ángel, Dios le dio la tarea de guiar y proteger a cada persona en la Tierra mientras ésta viviera para acercarlo cada vez más a las enseñanzas de amor entre los hombres, así como para dejarles saber el rumbo que hay que seguir si se tiene la intención de acceder al cielo a la hora de partir.
En algunos libros de la Biblia se encuentra evidencia por supuesto de la existencia de los ángeles, en el Génesis, Hechos de los Apóstoles, Mateo, Tobías, Carta a los Hebreos y el Éxodo; incluso en éste último, en el versículo 23,20 se sustenta de manera religiosa esta creencia : “Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado”. En España surgió por vez primera una fiesta o celebración en honor a los ángeles de la guarda, al mismo tiempo que la fiesta del Arcángel Miguel, el día 29 de septiembre.
Dios al unir el alma con el cuerpo la confía a un ángel, quien tendrá como cometido acercar a esta esencia hacia el bien y mostrar el recuento de sus actos ante el Creador. Cabe mencionar que cuando una persona toma una decisión equivocada, su ángel no se va huyendo o lo deja ahí a su suerte, ni tampoco se enoja, simplemente obra en su conciencia para que tenga una actitud de arrepentimiento y se acerque nuevamente a el Altísimo . Todos tenemos un ángel de la guarda que está permanentemente acompañándonos, y aquéllos que guardan una actitud más pura e inocente son quienes cultivan una relación más estrecha con ellos.
Si quieres tener una relación más notoria con tu ángel, pregúntate que te une a él, cuál es el vínculo que te aproxima: le haces una oración, le das las gracias, le pides ayuda, o bien, haz intentado escuchar en tu corazón el mensaje que tiene para ti; si aun no lo haz hecho, prueba a realizarlo y te darás cuenta que entre más practiques, más respuestas tendrás y todo a tu alrededor será más fácil que logres interpretarlo.
Ya lo sabes, si necesitas ayuda, tu ángel puede brindártela, háblale con fe y vas a recibir respuesta, ellos obran de tal forma que tu sientes cuando responden, es cuando sabes que tal acto no debe ser así, o en tu interior existe una certeza de que tal o cual hecho es como tu sientes que debe ser.
Si te cuesta trabajo acercarte, pronuncia esta oración:
Santo Ángel del Señor,
mi celoso guardador,
pues que a ti me confió la Piedad divina,
me ilumine, custodie, rija y gobierne
Amén.
Esta otra es en versión para niños:
Ángel de mi guarda,
dulce compañía,
no me desampares ni de noche ni de día.
No me dejes solo
que me perdería.
Hasta que amanezca
en los brazos de Jesús, José y María
Amén.
Bendecida semana