¿Quiénes son los ángeles?

Georgette Rivera

Durante toda mi vida he sido bendecida con el conocimiento de los Ángeles, son incontables las experiencias que desde los cinco años de edad he tenido con ellos y como a través de su poder soñador me he beneficiado. Estos seres son capaces de obrar milagros en quienes los convocan diariamente a trabajar, a caminar y a vivir con ellos. Tenerlos como aliados o compañeros es un beneficio que permite establecer comunicación directa para recibir sus mensajes, con la fe se nos permite  merecer sus milagros, pues sin ella ¿cómo podría ocurrir la aparición de un ángel en tu vida o sentir su presencia si no crees en ellos?

En la literatura más antigua, propiamente en los clásicos orientales, donde se cuenta la Biblia, el Corán y otros textos, se habla de los ángeles; la Biblia hace referencia a ellos como huestes celestiales o ejércitos del señor, custodios de los cielos y los vortex de energía que se encuentran arriba de lo que nosotros vemos y a dónde quienes desocupan el cuerpo físico acuden, o sea otro plano espacio temporal.

 

 
Los Ángeles habitan en ese otro plano, y tienen diferentes ejercicios y misiones que practicar con nosotros los seres humanos. Ellos tienen poderes curativos, y su voz y sus cantos son incluso escuchados por algunas personas, ya sea que se les aparezcan o que les den algún mensaje.
Si se aprende a convivir con ellos y les das un lugar  en casa, en la mesa y en el corazón para que te ayuden, entiendan y den paz, siempre estarán presentes, pues Dios a través de ellos envía su ayuda. Su nombre en hebreo es mal’ach, que se traduce como «la cara oculta de Dios»  y si eres hombre de fe seguramente a través de ellos recibirás algún milagro.

 

 
Los Ángeles tienen jerarquías y al jefe de la orden se le llama Shaddai (hebreo) y Jibril (islam), que para nosotros es el Arcángel Gabriel quién es conocido como  el Arcángel de la Anunciación. El orden angélico se compone de nueve legiones que a su vez se sincronizan con varias subdivisiones que lo integran. Ocho Ángeles tienen la tarea de dirigir a cada legión, uno por cada dirección del espacio, lo que suma setenta y dos  Ángeles en jefe; en el libro del Éxodo, capítulo 14, versículos 19-21, puedes encontrar cómo nacen estos nombres.

 

 
Para Santo Tomás de Aquino el cuerpo y esencia de los Ángeles están formados por «luz astral». Ellos se comunican con los hombres a través de la Egregora (cadena de acontecimientos positivos que suceden a lo largo de la vida), y asumen formas físicas para lograrlo.

 
No obstante, su incorporeidad se debe al grado evolutivo que ellos han alcanzado y se encuentran donde están las energías sutiles, y aunque se les representa con alas en realidad no las necesitan por qué son puro espíritu. Creer en ellos te acerca a ellos valga la redundancia.

Por ser este un tema tan extenso, la próxima semana tendremos más información.

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