L
a llegada de la primavera suele atraer a miles de visitantes a las zonas arqueológicas de nuestro país. Ello porque se considera que son el lugar perfecto para cargarse de energía, durante el cambio de estación.
Una de las
zonas que atraen a más turistas es Chichen Itzá, el sitio arqueológico maya más conocido a nivel mundial. Quienes lo visitan durante el equinoccio de primavera pueden presenciar el descenso de Kukulcán.
Se trata de un efecto óptico que se produce cuando los nuevos cuerpos de la Pirámide de Kukulcán proyectan sus sombras en las alfardas de la escalera principal. Conforme avanza el Sol, esta sombra se desliza hacia abajo, hasta iluminar la cabeza de una serpiente, que se encuentra al inicio de la escalinata.
Este espectáculo sólo ocurre dos veces al año, en los equinoccios de primavera y otoño. Comienza tres horas antes del ocaso y sólo dura 10 minutos. De acuerdo con los investigadores, este efecto simboliza el descenso de Kukulcán a la tierra, y el inicio (marzo) y fin (septiembre) del ciclo agrícola.
Este evento se da gracias a que la Pirámide de Kukulcán se construyó con base a la observación del Sol y su trayectoria, los movimientos de rotación y traslación, la inclinación del eje terrestre y a que la fachada tuene una inclinación aproximada de 20 grados, con respecto al norte geográfico.
Sin embargo, Chichen Itzá no es el único lugar en el que puedes presenciar el descenso de Kukulcán. En la zona arqueológica de Mayapán, existe una pirámide similar al también llamado Castillo, en la que también se produce el espectáculo de luz y sombras. Lo único malo es que la estructura está deteriorada, y el fenómeno no se aprecia claramente.
Si este fin de semana tienes oportunidad de viajar a la Península de Yucatán, debes visitar Chichen Itzá para que disfrutes de esta experiencia única y conozcas más sobre una de las siete Maravillas del Mundo Moderno.