Este mes empiezan los festejos de los niños y por qué no, estaría muy coqueto que -tomando de pretexto este día- durante este mes nos demos chance de relajarnos, jugar y no tomarnos la vida tan en serio… y por lo tanto, nuestra sexualidad.
Si me tomas la palabra y decides atreverte a relajarte y aventurarte a no tomártelo tan en serio, te dejo algunos consejos… porque a veces la diversión tiene efectos secundarios.
Por ejemplo, ¿Qué pasaría si durante una sesión sexual en exteriores ocurriera un “accidente”? Para apoyarte y que te ocurran la menor cantidad de incidentes, te dejo algunas recomendaciones.
- Aguas con el material de tu ropa; la seda, el rayón, el satín, el acrílico y los colores claros pueden no ser tu mayor aliado al momento de la pasión improvisada. Si estás planeando sorprender a tu pareja con algún encuentro fortuito por allí, intenta no llevar telas que puedan arrugarse demasiado o que sean muy delgadas o claras ¡nunca sabes con qué te pueden manchar!
- Intenta traer contigo un espejo. Nunca sabes dónde te puede agarrar la pasión y llegar todo despeinado o con el rímel corrido -si eres chica- a tu junta de la tarde, puede que no sea la mejor opción… a menos que quieras que todo mundo se entere de lo que acabas de hacer.
- Siempre ten condones a mano. Es difícil predecir cuándo o cómo serán las situaciones en que, de pronto, tu pareja y tú querrán tener sexo… cuando eso suceda ¡querrás estar preparado(a)!
- Si andan aventureros y la cosa es probar algo diferente, como un encuentro por las calles de la ciudad, en un parque, teatro, cine, etc, lleva de antemano ropa interior fácil de manipular… mientras más fácil, mejor. Es más, prueba qué se siente –por un día- andar sin ropa interior.
- ¡No te lo tomes tan en serio! ¡Diviértete! No hay nada mejor que el sexo para sonreír y quitarte la amargura de encima.
Date permiso de notar qué te pasa cuando haces cosas distintas. Tal vez te da miedo, sientes que no es correcto o simplemente no sabes cómo relajarte. Empieza paso a pasito, de menos a más… no te quieras deschongar de un día para otro, date chance de ir aflojando el cuerpecito y tus creencias sexuales.
Si, por ejemplo, nunca has tenido un encuentro sexual fuera de la recámara… tal vez, sea un buen paso, irte a la sala o el comedor y probar qué pasa. Se vale experimentar, pero también se vale cuidarnos e ir avanzando a nuestro ritmo.
La sexualidad puede ser tan divertida como queramos… te invito a meterle algo de juego y diversión a tu vida sexual y ver qué ocurre. Lo peor que puede pasar ¡es que no pase nada!