¡Por fin terminaron las vacaciones! Desde el lunes, podrás descansar, o al menos dejarás de preocuparte por qué hacen tus hijos durante la mañana y cómo entretenerlos para que no hagan travesuras.
Sin embargo, es posible que tus pequeños no estén tan emocionados por el regreso a clases. De hecho, existe la posibilidad de que presenten síndrome postvacacional. Seguro has oído hablar de él.
Se trata de una serie de síntomas que se creía que sólo afectaban a los adultos cuando retomaban sus actividades laboras, después de un periodo de descanso; sin embargo, en fechas recientes, se han detectado en 8% de los niños del mundo, justo cuando tienen que regresar a la escuela.
Los principales síntomas de síndrome postvacacional son: tristeza, apatía, decaimiento, falta de concentración, insomnio, ansiedad e irritabilidad. En ocasiones, la condición se agrava favoreciendo que el niño presente malestares físicos, como dolores de cabeza y estómago.
Para que esto no les ocurra a tus pequeños, es importante que los ayudes a retomar su rutina escolar. Toma en cuenta los siguientes puntos:
- Hábitos de sueño. El primer cambio que resentirán al volver a la escuela es el de tener que levantarse temprano, por ello, te sugerimos que los próximos días ajustes sus horarios para dormir y despertarse. En vez de que se levante a las 8:00 o a las 9:00 de la mañana, despiértalo a las 7:00 o 7:30. El objetivo es que el primer día de clases no vaya adormilado, irritable y malhumorado.
- Planeación. Si no quieres que tus hijos estén ansiosos y preocupados por regresar a la escuela, ¡no dejes todo para el último momento! Procura que su uniforme, libros, útiles y demás cosas que necesitan estén listas desde el sábado.
- Amigos. Una forma súper efectiva de que los niños se emocionen por volver a la escuela es ponerlos en contacto con sus amigos. Pueden reunirse en un parque a jugar y así facilitar el reencuentro.
Lo más importante es que seas paciente y mantengas una actitud positiva. A todos nos gustaría estar siempre de vacaciones, por lo que debes darle unos cuantos días para que se acostumbre al cambio de rutina.
Recuerda que el síndrome postvacacional no es una enfermedad como tal, sólo una serie de síntomas que no tardarán en desaparecer. Si después de una semana, tus hijos siendo mostrándose apáticos, ansiosos e irritables, puede tratarse de algo más, así que no dudes en consultar a su pediatra.
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