La mayoría de la gente lo que más desea es tener una pareja estable, compartir en conjunto proyectos, temas de interés y un propósito común, así que lo que más puede dar tranquilidad a un ser humano en estos temas, es saber que se encuentra con la persona justa y perfecta; no obstante que ya cuando se tiene un tiempo considerable en una relación establecida, se dan por hecho muchas cosas y se asumen situaciones que nunca se hablaron y que en algún momento pueden molestar a alguna de las partes, por lo que es necesario antes de llegar a esto, tomarse el tiempo de platicar sobre las cosas que se han quedado al margen y que no se ha hecho algo al respecto para llegar a un acuerdo, razón por la cual, cada quien por separado, debe cuestionar al otro sobre si lo que están viviendo en común es lo que imaginaban, pues como se dice, de lo que se quiere a la realidad hay mucha diferencia. Ahora bien, si no han tenido oportunidad de hacer aclaraciones y las cosas ya están un poco desgastadas, no hay que esperar más, es el momento de que se sienten a exponer sus sentimientos y cada quien, de manera madura y adulta, expongan la circunstancia con la que no se sientan tranquilos o los tenga a disgusto, o cualquier otra cosa que sea considerada un obstáculo para seguir adelante de manera sana.
Es importante mencionar que al hacerlo y poner los temas sobre la mesa, cada uno debe ser respetuoso con respecto de lo que el otro diga; o sea, no negar lo que sabe que es cierto y que puede ser considerado un motivo suficiente para que su vínculo se tambalee. A esta acción podemos decir que se le llama responsabilidad en la relación, y eso es aceptar que cada uno debe de hacer su parte y asumir las cosas que cada uno conoce sobre sí mismo y que es símbolo de respeto y también de sensatez.
Es pertinente aclarar que en ocasiones se piensa que todo lo que se hace en la convivencia es justo y perfecto y que se actúa de manera equilibrada; sin embargo, uno mismo no ve siempre las cosas de manera tan clara y asertiva. Por lo que es necesario escuchar de la otra parte si esa percepción que tú tienes la tiene también tu enamorado, o sea, de vez en cuando puedes preguntarle si es que están con duda, algo así como: ¿crees que soy desordenado, sarcástico, poco sensible, empático con tal o cual tema, etcétera?. Cualquier asunto del que tengas duda indágalo, y la respuesta te dará la a verdadera apreciación de aquella persona que convive contigo día a día.
Te puedo asegurar que hay más cosas que tu compañero no comparte de igual manera, y será una sorpresa para ti cuando te diga todo aquello que tú considerabas que hacías de maravilla y que resulta que es todo lo contrario; puede ser que el saberlo no te caiga muy bien y que esto te genere un poco de conflicto, porque no siempre.se está preparado para aceptar estas cosas, pero lo que es realmente importante, es que gracias a este ejercicio la relación puede mejorar y la responsabilidad recaerá en la parte que sea capaz de autocorregirse para seguir adelante.
Ahora bien, el ser responsable se considera un paso hacia algo más sólido y comprometido que conlleve el hecho de brindarle solidez a la relación y más confianza a los que la conforman. Acostúmbrate a charlar de aquello que piensas que terminará con tu vida en común y conviértelo en tu aliado para conocer mejor a tu media naranja y darle la confianza suficiente para poder hablar de cualquier tema. Hasta aquí creo que te ha quedado más claro que a más responsabilidad sobre tus propios actos y comprometidos en pareja, más probabilidades de que sea una unión duradera y con bases firmes.
Que tengas una bendecida semana.
Georgette Rivera
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