Si bien es cierto que las vacaciones terminaron para muchos de nosotros desde hace una semana, el pasado domingo regresaron miles de vacacionistas que durante quince días estuvieron en total esparcimiento; y aunque es bueno en ocasiones regresar a los lugares comunes, al trabajo, al ajetreo de correr de un lado a otro y a vivir el día a día, ¿cómo enfrentar el reto de retomar la rutina diaria sin caer en una costumbre vacía de contenido que lo único que te provoca es hartazgo y, al mismo tiempo, ganas de salir corriendo de tu situación actual?
Veamos, si tu monotonía es en el trabajo, hay beneficios frente a eso: un sueldo con el que puedes hacerle frente a tus gastos y llevar un tren de vida cualquiera que éste sea; pero si tu actividad está a punto de romper con tu paciencia, expectativas y además se da en la convivencia con tu pareja, ¡ojo!, ahí hay un foco más rojo que el del semáforo, por lo que tienes que hacer un alto y ser sincero(a), ¿qué es lo que te tiene así y cómo fue que la relación llegó hasta ese punto?. Si no encuentras las respuestas, te invito a que así como haces la lista del súper, hagas un recuento de los eventos que te han llevado hasta este extremo:
- ¿Desde hace cuánto tiempo te sientes así?
- ¿Quién ha sido el causante de este ambiente?
- ¿Cuáles son los motivos que te impiden salir de esa posición?
Y si todavía no te has contestado estas preguntas, entonces puedes cuestionarte lo siguiente:
- ¿Estás en una zona de cónfort?
- Reconociendo que estás mal, ¿sería aún peor que vivieras ese momento solo/a?
Sé honesto(a) y trata de que por primera vez, sin presión alguna, conteste tu voz interna; pues es bien sabido que la rutina se rompe cuando ya sabes que es lo qué hay que arreglar, cuando llegan soluciones y opciones nuevas a tu vida o bien las generas; pero si no estás dispuesto(a) a contestar con sinceridad, seguirás en esa coyuntura dando vueltas como si estuvieras en un carrusel, y tal vez pierdas muchos años valiosos de tu vida deliberando si tomas acción o no en esta situación que tú has decidido vivir. Así que date la oportunidad de entender que esto que está sucediendo merece la pena que lo cambies y luches por encontrarte en una condición diferente a la que te encuentras actualmente.
Lo maravillosso de esto es que tú y solo tú podrás cambiarlo, así que no tengas miedo, atrévete a dar el paso que necesitas para que tu vida tenga un a motivación diferente y que todo cuanto vivas sea producto de lo que trabajas en tu vida día a día y no de lo que aguantas año con año.
Recuerda que todos los cambios son para bien y mejor aún aquéllo que uno está dispuesto a lograr.
Que tengas una bendecida semana.
Georgette Rivera