Con pretexto del 25 de mayo, fue el día de Gabriela Mistral; esta importante poetiza y educadora chilena, que vino a México a colaborar con la reforma de la educación iniciado por José Vasconcelos y quien fundara la escuela que hoy lleva su nombre y colaborara con la creación de varias bibliotecas públicas, además de escribir poemas para niños (Rondas para niños, 1923) y textos didácticos como Lecturas para mujeres, 1924. Nos dimos a la tarea de recordar y recopilar algunas de sus mejores frases:
- “Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria.” – Fragmento
- “Si yo te odiara, mi odio te daría en las palabras, rotundo y seguro; ¡pero te amo y mi amor no se confía a este hablar de los hombres, tan oscuro!” – Fragmento El amor que calla.
- “Yo no quiero que a mi niña la vayan a hacer princesa. Con zapatitos de oro ¿cómo juega en las praderas? Y cuando llegue la noche a mi lado no se acuesta… Yo no quiero que a mi niña la vayan a hacer princesa.” – Fragmento
- “Es la noche desamparo de las sierras hasta el mar. Pero yo, la que te mece, ¡yo no tengo soledad!” – Fragmento Yo no tengo soledad.
- “Yo te miro, yo te miro sin cansarme de mirar, y qué lindo niño veo a tus ojos asomar…” – Fragmento
- “Cuenta, cuenta las ventanas y las puertas del casal; cuenta, cuenta maravillas si las puedes tú contar…” – Fragmento
Un dato curioso de Gabriela Mistral, es que usaba un pseudónimo literario: Lucila Godoy Alcayaga, nació en 1889 y falleció en 1957. Ahora ya conoces un poco más sobre esta gran mujer que ha sido inspiración y seguro habías escuchado de ella sin saber de quién se trataba.