En repetidas ocasiones hemos hablado de la importancia de elegir correctamente con qué personas te relacionas. El problema es que el amor nos ciega y somos incapaces de reconocer que estamos con una pareja que nos hace daño en una relación violenta.
¿O te has detenido a pensar si hay violencia en tu relación? Tal vez tienes a tu lado a una persona abusiva y no ha sido capaz de verlo, podrás pensar que así es su forma de ser, o que resulta violento porque tú lo provocas – ¿estas loca o loco? Te caíste de la cama de bebé -, no hay justificación para ejercer violencia sobre otras personas ni ningún ser vivo.
En nuestro país de acuerdo con un estudio que realizó la OMS 9 de cada 10 adolescentes son víctimas de violencia en su noviazgo – quien le puede llamar noviazgo o relación a una situación violenta llena de golpes y ofensas -.
Y además somos más cobardes pues solo 3 de cada 10 denuncia este hecho, la violencia es todo daño físico y moral como los golpes, insultos, agresión sexual etc. Puedes detectar esto a tiempo y frenarlo.
Revisa este listado y analiza si en trelación hay alguna de estas señales de violencia:
- Celos. Si crees que tu pareja te cela porque te ama, debes saber que más que una muestra de afecto, son de inseguridad. Lo que hoy puede parecerte tierno, mañana puede convertirse peleas por salir con tus amigas, usar algún tipo de ropa o hasta porque alguien te miró. Tarde o temprano intentará controlar tu vida y puede tornarse un relación violenta a la menor provocación.
- Insultos. Una relación puede tornarse violenta cuando hay continuas críticas, insultos y “observaciones para ayudarte a mejorar”. Puedes agredir a una persona sin usar groserías, basta con recordarle constantemente sus errores para hacerle sentir un tonto o un inútil.
- Enojo. Sabemos que todos podemos tener un mal día, y que el estrés laboral puede afectar gravemente el estado de ánimo, pero si tu pareja se enoja con facilidad, y cada vez son más frecuentes sus episodios de ira, lo mejor es que te alejes de él. En cualquier momento puede perder el control y llegar a la violencia física. Y si eso sucede, seguramente te culpará.
- Control. ¿Tu pareja necesita saber dónde estás todo el tiempo, con quién estás y qué estás haciendo? ¿Suele mandarte hasta 20 mensajes en un solo día? ¡Cuidado! Puede obligarte a dejar tu trabajo, olvidarte de tus amigos y tu familia, porque, en teoría no te convienen o les impiden pasar más tiempo juntos.
Más que nada, debes preguntarte cómo te hace sentir. ¿Eres feliz o vives constantemente temerosa de hacer algo que lo moleste? ¿Aún haces cosas sin su compañía, o necesitas su aprobación para hacerlo?
¡Abre los ojos y reconoce que estás en una relación violenta! Aunque no lo creas, el control y la manipulación pueden ser igual de peligrosos que la fuerza física.
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