Cuando se habla de felicidad es inevitable pensar en una cara con una gran sonrisa. De manera cultural asociamos este sentimiento con la emoción de la alegría y evidentemente existe una vinculación directa, pero no es el único indicador que debemos de observar. La sonrisa, tiene un sin fin de beneficios para la salud física, pero sobre todo para la salud emocional de las personas ya que de manera automática generamos endorfinas que nos ayudan a sentirnos mejor.
Sin embargo, la felicidad tiene más maneras de manifestarse y construir relaciones. Es una manera de ver la vida y responder a ella de formas más creativas, empáticas, optimistas, divertidas y cargadas de mucha gratitud. Las últimas investigaciones realizadas alrededor de la felicidad muestran que es una elección de vivir la vida a través de los hábitos que tenemos y en consecuencia de nuestro estado mental y emocional que construyen una bioquímica en nuestro cuerpo. Poco se le relaciona con las causas externas o la suerte que tenemos.
La felicidad de los niños simplemente es un resultado de este contagio y esta escuela de ver la vida más ligera y que puede ayudar a matizar cualquier evento por difícil que parezca. Está muy relacionada con la manera en que ellos perciben el mundo y a ellos mismos y de hecho, se ha observado que hasta la manera en cómo viven los valores de la honestidad, compasión, sabiduría, unión, familia, justicia y los relacionados a un nivel más profundo, tienen un impacto directo en su felicidad.
Sin embargo, existen maneras de ver qué tan feliz es un niño a través de su rostro y de su manera de ver el mundo.
- Es de sonrisa y carcajada fácil. Es uno de las señales más claras que podemos observar. No le cuesta trabajo compartirla con cualquier persona y bajo cualquier circunstancia. La risa sí tiene un impacto en nuestra química y por lo mismo en la manera en cómo nos sentimos.
- Es creativo. Existe una relación directa entre este estado emocional y la creatividad ya que el cerebro se encuentra más relajado. Se ha comprobado que las personas que tienen mejor sentido del humor, logran salir mejor libradas de los problemas justo por las opciones que son capaces de ver. En el caso de los niños, son aquellos que siempre están ideando cosas y que simplemente te sorprenden.
- Tiene energía. Cada emoción contacta con un estado de energía. La tristeza, por ejemplo, te quita toda energía. Lo contrario ocurre cuando un niño es feliz.
- El brillo en los ojos. Los chinos explican que existe una relación directa entre el brillo de los ojos y el espíritu. Ellos plantean que el espíritu goza de pasarla bien y por lo mismo es muy fácil diferenciar cuando una persona está contenta porque simplemente le brillan los ojos.
- Simetría en la sonrisa. Aunque la simetría esté relacionada con belleza, se ha visto que una sonrisa genuina está vinculada a una simetría en ella.
- Rostro luminoso. Aunque no lo creas, al estar feliz todo el rostro tienda a iluminarse. Observa fotos en dónde estés muy feliz y lo verás.