Salud mental en escolares

Dr. Edilberto Peña de León

Este inicio de semana se presentan el regreso masivo de niños y adolescentes a las aulas mandatado por el gobierno federal y operado por cada estado de la república, ciudad, colonia, colegio y familia que tienen la última palabra para que cada escolar en particular acuda a su centro educativo para este ciclo 2021-2022. El riesgo inherente de infectarse por la COVID-19 está más que claro, para el país solo se cuenta con autorización para inmunizar a mayores de 18 años, y en Estados Unidos a mayores de 12 años de edad, por lo que el mejor mecanismo protector no esta a la mano de la mayoría de los que acuden a clases en México. Sobra decir que es más que básico el tocar el tema de las medidas de cuidado epidemiológico con cada uno de los menores de edad que viven en nuestras casas, para nada perder el tiempo en dilucidar si entienden o no como cuidarse, hay que ser claros y contundentes, y repetitivos hasta el cansancio de estar en espacios ventilados, con la mejor distancia posible, todo el tiempo con la mascarillas y cubrebocas, en asistencia escalonada a las escuelas y quedándonos en casa al menor síntoma de relevancia en vías respiratorias dando aviso a las autoridades del centro educativo para poder hacer el mejor rastreo de caso posible.

Dr. Edilberto Peña de León

Pero más allá de todos estos controles, hay un dato que tenemos que tomar en cuenta: la salud mental de este grupo poblacional. Se adaptaron con esa gran ductilidad propia de esa edad al inicio del confinamiento por el SARS COV-2, llevan curso y medio atendiendo a clases en línea, sacrificando la socialización y el contacto con pares básicos para su desarrollo psicoemocional, pero que ya en este 2021 comenzaron a dar muestras de agotamiento y de desgaste meritorios de atención a la salud mental. Se incrementaron de forma importante la presencia de cuadros depresivos y ansiosos, de empeoramiento de síntomas de problemas de atención y concentración, de manifestaciones conductuales disfuncionales, de trastornos de la conducta alimentaria, de escasa actividad física y de alteraciones en los ciclos de sueño vigilia. Esto se reflejó en un aumento en las solicitudes de consulta, de atención de urgencia en los sitios destinados para esto y de demandas de ayuda a las líneas de atención psicológicas implementadas para esta temporada.

La salud mental de estos grupos poblacionales requiere de una atención particular y especial por parte de todos, el mejor consejo es estar pendientes en estas siguientes semanas para estar ahí a la mano para ayudarlos en lo que se requiera en este proceso de adaptación del regreso a clases.

Dr. Edilberto Peña de León


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