«Menos política y más administración.»
Porfirio Díaz
La seguridad nacional es uno de los temas más importantes en este momento, y debe de ser tratado con todo el enfoque pertinente. Debemos hacer un análisis de los objetivos que se tengan como nación.
¡Sí!. La raíz de la solución a muchos de los problemas que atacan la integridad de nuestras sociedad está en: la educación. Aunque esta nos dará resultados dos generaciones después entre 20 y 30 años al futuro. Y en la sociedad express y egoísta en que nos desenvolvemos, eso no aparece como una de las mejores soluciones; es una opción en segundo o tercer plano. Así que la inyección pertinente en estos momentos; es echar mano de los sistemas de seguridad. para regular e imponer conductas más óptimas entre todos los individuos para una mejor convivencia. A veces represivos, otras veces protectores.
La pregunta importante aquí es ¿a quién se va a reprimir y a quién se va a proteger?
Hasta este punto el ejercicio político es claro. Y conforme a la actividad democrática de nuestro país. Cada seis años se establece una nueva administración encabezada por el poder ejecutivo. Cada nuevo presidente tiene una idea y un proyecto de nación. Cada seis años se busca el amado cambio nacional, se amenazan intereses particulares, se atacan grupos vulnerables y se benefician a algunos otros. Cada seis años se hacen gastos innumerables y se crean compromisos cubiertos de ilusión y es cada vez más notorio el deterioro. Se deteriora la credibilidad de los partícipes políticos; se deteriora la integridad de la nación; se deteriora la fortaleza de los lazos sociales, que involucran la verdad y la convivencia entre un ciudadano y otro; se deteriora el concepto y la emotividad sobre temas como patria y civismo.
La seguridad la hacemos todos. Aunque esta frase resuene en todos los lugares y sea conocida por “N” distintos individuos, no somos correspondientes a su ejercicio.
La seguridad es un compromiso que debemos de tomar, para que puede efectuarse de la mejor manera en una entidad colectiva. La seguridad es la responsabilidad de pensar en los demás y su bienestar; tratar como quisiéramos que se nos trate a nosotros y nuestras familias.
La seguridad es la base de la economía y la economía establecerá la potencia y los recursos para hacer que una nación sea cada vez más fuerte. La falta de una economía estable generará un desabasto, una inestabilidad y sobretodo peores condiciones de violencia. No es desde ningún punto un evento fortuito: las caravanas de migrantes centroamericanos; que estamos viendo en nuestro país y los apoyos que los gobiernos les están brindando.
El pilar central de la estructura de una nación como la nuestra, está en el sistema de seguridad que desarrollemos y que aceptemos. Desde este punto los verdaderos entes de poder; están anticipándose en estrategia a las conductas que las poblaciones puedan tener. No es ni será la culpa de un solo individuo; es y siempre será. La responsabilidad de todos los que participamos en nuestra sociedad. La historia de constantes eventos donde se enfrentan nuestros pueblos indígenas con las fuerzas armadas es un claro ejemplo de las capacidades a las que puede acceder un líder político. Cuando existen intereses particulares de por medio. Allí. la vida, la naturaleza, el futuro de las siguientes generaciones y los demás aspectos que debemos de considerar de valor primordial pasan a vivir la verdadera devaluación.
El uso de las fuerzas siempre buscará una manera objetiva de justificar su uso. Es justo lo que nosotros estamos viviendo: el principio de la provocación. Por qué son los resultados que buscan; y lo que han estado generando a través de ciertas consultas; La división entre los ciudadanos, la división de opiniones y criterios, la división del verdadero poder, el poder de las masas, el poder del pueblo.
Lo siguiente que podremos apreciar será; al pueblo atacando al pueblo mismo. Y como al final no podremos resolver los conflictos de manera pacífica y objetiva. Tendrá que haber una intervención por parte de los órganos de seguridad regentes; que para entonces estarán completamente liderados por mandos del ejército.