Descubrir señales de que te estás conformando con algo menos que amor no siempre es obvio, puedes estar en la relación equivocada y no te has dado cuenta; especialmente cuando realmente quieres que ésta funcione.
Señal 1: han construido una frontera invisible.
Pensaron que mudarse juntos los haría sentirse más cerca (física y emocionalmente), pero cuando te echas tantito para atrás y ves todo el panorama de su casa, te das cuenta que pusiste todos tus libros y CD’s de un lado y los suyos del otro. Es más, si eres muy honesta(o), de pronto no usas algunos utensilios de cocina porque sientes que son “suyos” y tu pareja no usa algunas cosas porque igual siente que son “tuyas”.
Señal 2: le mientes acerca de dónde has estado, porque no quieres herir sus sentimientos.
Cena, baile, una fiesta espontánea con amigos del trabajo: todas formas de socializar que a ti te dan mucha energía, pero a tu pareja… la drenan. Tu plan perfecto incluye salir con tus amigos cercanos y echar el vinito, pero tu pareja prefiere que sean sólo ustedes dos, en casa, viendo netflix.
Lo(la) has invitado a unirse a tus aventuras, así como tu te has quedado en casa, sólo para complacerlo(a); pero hay un problema, cuando tu te quedas en casa todo está bien… pero si sales con tus amigos y lo(la) dejas en casa, te hace sentir culpable. Fuera de esto, la realidad es que es increíble, es tipazo(a), te trata super bien y hasta te hace reír, así que no estás muy segura(o) si esto… ¿es importante o no es para tanto? (Tip: probablemente ya sabes la respuesta)
Señal 3: invitaste a tu pareja y a tus amigos a comer tu -mundialmente famosa- paella y todavía no estás segura(o) que le guste tu comida.
Pocas cosas te gustan tanto como cocinar. Te rifaste toda la mañana cortando, fileteando y sofriendo todos los ingredientes. Amas alimentar a la gente que quieres y, está bien, hay que aceptarlo… ¡también amas los cumplidos! Pero… nunca has estado del todo segura(o) que a tu pareja si quiera le guste tu comida. Claro, no le hace el feo, pero cocinar para ti es la mejor manera que tienes de expresarte y no puedes evitar sentirte decepcionada(o) cuando, después de un menú de 3 tiempos, lo único que te dice es: “limpiemos todo esto mañana”. Te dices a ti misma(o) que tal vez exiges demasiado, pero piénsalo, tal vez… estás obteniendo muy poco de lo que necesitas.
Señal 4: lo(a) comparas con una pareja que nunca has conocido.
¿Por qué no puede ser tan cariñoso(a) como el marido/esposa de tu compañera(o) de trabajo ó en contacto con sus sentimientos como el personaje principal de la última novela que leíste? Cuando tus amigos te cuentan sus historias acerca de sus juguetonas, aventureras o detallistas nuevas parejas (personas que ni siquiera has conocido) secretamente sientes un poco de envidia. Ok, una cosa sería sentirte celosa(o) de alguien con quien tuviste algún tipo de relación en el pasado (triste, pero entendible). Pero, aceptémoslo, si todo el tiempo estás queriendo que tu pareja se parezca más a esos extraños, tal vez sea tiempo de conocer… a algún extraño.
Señal 5: tu resfriado ya tiene más de una semana…
y tu sigues besándolo(a) en el cachete.
Señal 6: tus amigos sólo te invitan cuando saben que el/ella está fuera de la ciudad.
¿Es tu imaginación o ellos realmente cambian el tema cada vez que tu mencionas su nombre? Cuando estabas soltera(o), nadie nunca trató de emparejarte, pero ahora que estás en pareja, tus cuates todo el tiempo te estás ofreciendo infinidad de posibles parejas. No tienen que amar a tu pareja. Te dirás a ti misma(o) que ni siquiera les tiene que caer bien: es tu pareja, no la suya… y sin embargo, la razón por la que tus amigos son tus amigos, fundamentalmente, es porque coinciden y comparten (entre otras cosas) qué hace a una pareja increíble y ésta parece que (de menos para ti) no lo es tanto.