¿Les ha tocado escuchar alguna frase parecida a: “Cada vez hay más gays, como que está de moda”? Yo sostengo que no, que es un tema de visibilidad más que de aumento de cantidad.
Yo creo que simplemente, hoy, cada vez en más lugares, todas las personas de la comunidad LGBT+ ya no necesitan esconderse –como en tiempos pasados-. Tu ¿qué opinas?
Todo esto viene a colación porque, cotidianamente, salen “trastornos” nuevos; parafilias exóticas; preferencias que abarcan todo el espectro humano, etc. Y la pregunta es: ¿Siempre han existido? Yo creo que sí, simplemente el tema no era tan abierto ni la gente nos mostrábamos “al natural” con todas nuestras particularidades y peculiaridades. En mi experiencia, todo esto también tiene que ver con nuestra necesidad de entender, etiquetar y encasillar todo lo “diferente” en algún cajoncito.
- ¿Qué pasaría si no intentáramos hacer esto? Si me gusta quién me gusta… disfruto lo que disfruto y me vivo como mejor me parezca ¡Escándalo!
- Qué pasaría si me dejara de importar cómo vive y con quién vive el prójimo y me preocupara y ocupara de ver qué quiero yo, cómo y con quién ¡Escándalo!
- Qué pasaría si toda mi atención estuviera en buscar mi felicidad, en la presentación que venga, sin etiquetas ¡Escándalo!
Piénsalo, parte de nuestro problema –según yo– es que estamos más preocupados y ocupados viendo qué hacen los demás y juzgando si está “bien” o “mal” que volteando los ojitos hacia dentro y cuestionándonos qué queremos.
Mi invitación de esta semana es sentir más y juzgar menos. Sentir más y entender menos. Sentir más y escuchar menos a nuestro juez interior. Sentir más…
Inténtalo, en una de esas… hasta descubres algo que te haga feliz. Si es así, compártelo conmigo, me encanta saber de ti y escuchar tus historias.