Siete compañeros nocivos para ti en el trabajo


En todas las empresas hay compañeros agradables y compañeros nocivos o desagradables, hay empleados que nos aportan mucho y otros que aportan aspectos negativos. Debemos de tener cuidado de que se nos pegue lo bueno y lo malo desecharlo.

compañeros nocivos

Hay algunas personalidades nocivas para el ambiente laboral que sin darnos cuenta se convierten en una carga de trabajo y nos generan una mayor pérdida de productividad.

Lo importante es que sepas identificar este tipo de personalidades y decidas no contaminarte ¿cómo? cambiando de actitud tú misma(o) y no dejándote llevar o simplemente alejarte de ellos.

Un estudio elaborado a los trabajadores mexicanos por el portal Trabajando.com reveló que no son tan felices desempeñando su trabajo así lo dijo el 78% de estos diciendo que factores como mal clima laboral, tener una mala relación con los superiores o no tener una buena remuneración son factores que determinan la satisfacción laboral.

Aquí los siete compañeros nocivos para ti en el trabajo.

Los quejumbrosos. Lamentarte de los problemas no te hará sentir mejor, sino todo lo contrario. Si algo está mal, no pierdas el tiempo quejándote, mejor cambia de actitud y esfuérzate por mejorar la situación, si dejas de perder el tiempo en quejas avanzarás más rápido y quizá hasta tengas tiempo libre. Los quejumbrosos, en su afán de hacer pública su infelicidad pueden revelar información confidencial o conflictos relacionados con la agencia o negocio en redes sociales. Asumir la responsabilidad de un error, en lugar de culpar a los demás, no es una actitud masoquista. Más bien, implica una mayor concentración para realizar el trabajo de la mejor forma posible.

 

 Los que ridiculizan a los demás. Puede ser que tengas más experiencia que los demás o mejor información, pero lo correcto es cuidar las expresiones a la hora de criticar para evitar ridiculizar. Es de mal gusto señalar el error de los demás y burlarse a costa de su trabajo, además no te ves bien, generas un ambiente laboral hostil y tu imagen se ve perjudicada. El trabajo en equipo es inevitable en toda organización, pero hay personas con las que nadie quiere trabajar porque sólo se dedican a crear conflictos. Evítalo, si hay que corregir algo, sé amable.

 
La mala influencia. Quizá no lo hagan con mala intención, pero hay muchos que convencen a los demás de ir a embriagarse a la hora de la comida o dejar el proyecto en el que trabajan para otro día. Los expertos aseguran que son personas carismáticas o con actitudes desenfadadas, pero con el tiempo pueden meterte en serios problemas, disminuir tu productividad o dañar a la empresa.

 Los chismosos. Dedica la mayor parte del tiempo para hablar mal de los demás, si identificas a alguien así, sería mejor que no le confiaras aspectos personales, pues, así como habla mal de los demás, podría hablar mal de ti y usar lo que le has confiado. Los problemas que causan estas personas son la filtración de información propia de la empresa, la creación de confusión, magnificar problemas que ni siquiera deberían ocurrir o incluso puede hartar a los demás si se enfoca en atacar a una sola persona, o bien, puede lograr que los demás se contagien de esa actitud negativa, lo cual derivará en un ambiente laboral nocivo y poco agradable.

 El holgazán. Evita cumplir sus responsabilidades y se limita a cumplir con lo mínimo. La productividad no sólo de él, sino de los que dependen de su trabajo puede afectar a la empresa.

 
Los ventajosos. Son muy competitivos, eso es bueno, pero el error que tienen es que están atentos de los méritos de los demás para adueñarse de tu trabajo y quedar bien a los ojos de sus superiores. No dejan pasar las buenas oportunidades, aunque tengan que perjudicar a sus compañeros. Lo más grave es que suelen informar sobre los errores y debilidades de sus compañeros para dar la sensación a los jefes de que son mucho mejores que ellos. Están al lado del que más le conviene para sacar ventaja, más que para aportar a la empresa.

Las víctimas. Todo se mueve en su contra y resulta que ellos no tienen ninguna responsabilidad. Quizá todos hemos caído en ese error, de llegar a decir que todo lo que nos rodea es negativo. Pero lo que verdaderamente distingue a una persona que se hace la víctima es que nunca hace nada para cambiar la realidad y se limita a tratar de hacer que los demás lo comprendan y que tengan empatía con él, pues debe de cargar una condena más difícil que los demás.

 Evita a compañeros nocivos en tu propia vida y, si identificas a alguien así, procura no contagiarte de éstas malas actitudes, verás que las personas se percatarán de ello y a la vez contribuirás con un mejor ambiente laboral en la empresa, lo cual te dará una mejor calidad de vida.

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