Hoy hay un enemigo público al que abiertamente le hemos/han declarado la guerra: la obesidad.
Si bien es importante cuidar nuestra salud y por lo tanto nuestro peso ¿es la obesidad y/o el sobrepeso un impedimento para una vida sexual activa y satisfactoria? Muchos de mis pacientes llegan a consulta con algún tema relacionado a esto. No se sienten aptos o suficientemente atractivos, porque tienen alguno o muchos kilitos de más.
Lo real es que es totalmente posible disfrutar de una vida sexual satisfactoria así pesemos 60 o 140 kgs. Todos merecemos vivir una sexualidad plena y placentera… los “robustitos” no somos la excepción. Dejando de lado los problemas médicos que conllevan el sobrepeso y la obesidad; enfoquémonos mejor, en cómo lograr una mejor relación de pareja –cuando menos en el ámbito sexual-.
Sin embargo, si eres de las(los) que les causa conflicto, repasemos algunos tips que te pueden ser de gran utilidad.
- Cuestión de salud y percepción. Que una no merme a la otra. Es decir, aún si es importante para ti bajar de peso, no significa que hoy no puedas disfrutar con el cuerpo que tienes, independientemente del objetivo –o no- que quieras alcanzar.
- Piérdele el miedo al adjetivo. Estás gordo(a) ¿y luego? Parece ridículo, pero hoy en día, hasta pareciera que insultamos a alguien que está gordo, si le decimos gordo. ¿Qué hay de malo con la palabra? Si es una realidad, vayamos llamándole a las cosas por su nombre y no hay pecado alguno en describir nuestra condición.
- Háblalo con tu pareja. Déjale saber cómo te sientes. Muchas veces, nos cerramos y no dejamos entrar a nuestra pareja, no nos dejamos acompañar en nuestra frustración o incomodidad. Date chance de hacer algo distinto y háblalo con tu pareja.
- Sácale provecho a lo que sí hay. ¿Qué de ti, sí te gusta? Debe haber algo de ti con lo que te sientas a gusto, que sí disfrutes, empieza por ahí.
- El apetito sexual es como el hambre… mientras más comes más hambre te da. Que el sobrepeso no se vuelva ese pretexto para no vivir la vida sexual que quieres. Todo el truco está en empezar.
- Buscar la intimidad de otras maneras. Si hoy no estás pudiendo tener los encuentros sexuales que te gustarían, de cualquier manera, busca generar esa intimidad con tu pareja. Hay muchas formas de crearla, la sexual no es la única forma.
- Prueba posiciones diferentes. Según la cantidad de sobrepeso, seguramente habrá posiciones más complicadas que otras… el sobrepeso sólo es una característica, igual que la gente muy alta o muy chaparrita, también tenemos que buscar posiciones acorde a nuestro cuerpo.
- Juega con las luces, las texturas y la ropa interior. El límite lo ponemos cada uno de nosotros, el cuerpo no es nuestro límite, nuestras creencias sí que lo son. Busca formas de sentirte más a gusto y confiado(a) en tu cuerpo.
- Busca ayuda. Si sientes que has hecho de todo y no logras atravesar tus temas. Si el sobrepeso es un impedimento en tu día a día para vivir la vida sexual que quieres, pide apoyo. Visita a un(a) especialista, que en este caso sería un(a) sexólogo(a). Te mereces la vida sexual que quieres.
- ¡A disfrutar se ha dicho! El cuerpo es cuerpo, independientemente de la forma que tenga. La capacidad de sentir la tenemos todos ¡aprovecha la tuya!
El dato curioso…
- El rey Eduardo VII utilizó una cama adaptable a fin de encontrar las mejores posiciones sexuales para acomodar su propio volumen y el de sus parejas.
- Un enorme Cardenal del siglo XVII es famoso por haber instalado un sistema de eslingas y poleas sobre su cama para poder disfrutar de un sexo casi sin peso con su joven amante.
Moraleja. Las posibilidades parecen limitadas sólo por la imaginación, el presupuesto y el pudor de cada uno. Así que, esta semana, date permiso de ir más allá de tus propios límites… empújalos un poquitín, sólo lo necesario para que la imaginación tenga cabida en tu vida.