En estos tiempos de tantos cambios y movimientos, (es justamente cuando podríamos, si nosotros quisiéramos) recordar quiénes somos y de dónde venimos? Hemos estado tan distraídos con toda la apariencia, todo lo de afuera, que se nos ha olvidado realmente lo importante.Hemos puesto toda nuestra atención afuera, ha habido un gran desarrollo tecnológico y científico, pero un gran estancamiento espiritual. Nos hemos ido vulgarmente dicho con la finta, poniendo nuestra atención e interés en lo material, lo que podemos percibir, sin darnos cuenta que lo de afuera es un resultado de lo de adentro, esto quiere decir, de lo que hemos estado pensando.
Somos co creadores, nuestros pensamientos no son en abstracto, son energía y atraen a su igual. El miedo ha sido el motor de la creación de TODO lo negativo que hemos credo.Se nos ha olvidado que el Amor es nuestra esencia, que fuimos creado por el Amor, para el Amor y que el «libre albedrío» es nuestro gran regalo que podemos manifestar escogiendo lo bueno, sobre lo malo, la luz sobre la obscuridad, el Amor sobre el miedo. Ya lo decía San Agustín «Ama y haz lo que quieras.»
Al conectar y poner nuestra atención en lo espiritual, no estamos evadiendo la realidad, sino más bien, estamos regresando a la fuente de vida que nos creo. Si pudiéramos ver que lo que llamamos realidad, es un resultado de lo que hemos estado pensando. ¡No es causa, es efecto!
Si queremos que la cosa cambie, no podemos dejárselo al afuera, ya que éste no existe como tal, sólo es un efecto, tenemos que cambiar la causa, para que el efecto sea diferente. ¿Me explico? No depende del afuera, depende del adentro, de que cada uno de nosotros regrese a lo básico, recuperemos nuestra voluntad y la pongamos en marcha.
Nunca está más obscuro, que cuando va amanecer, tomemos la oportunidad para regresar adentro y desde aquí proyectar una realidad basada en amor y confianza, de aquello que SÍ queremos vivir, con la absoluta certeza de que sí hay y que sí lo merecemos!
Dejemos de darle poder a lo que no queremos manifestar, deja de ver noticias que sólo te envenenan, deja de repetir historias de terror, deja de darle cuerda a la imaginación, con todo lo que no quieres vivir.
Pon tu atención en lo bueno, lee poesía, mira el arte, baila, canta, haz el amor, convive con tus seres queridos, dale tiempo de calidad a tu familia, sal con tus amigos, ve a conciertos, emociónate, vive, agradece lo que sí tienes y disfrútalo al máximo y mantén tu mente en paz.Recuerda que todo empieza por un pensamiento, aprovecha la oportunidad y ponte a trabajar en el Bien que tanto se necesita.
Bendiciones
Martha