No sé si porque estoy en pleno proceso de divorcio, pero acabo de ver La la land y ¡me encantó! A cuántos no nos ha pasado algo así… ¿Alguna vez te has preguntado “qué hubiera pasado si”? ¿Alguna vez has terminado una relación de pareja aún amándolo(a) muchísimo? En mi experiencia personal y profesional, las relaciones rara vez se acaban por falta de amor; simplemente terminan. A veces porque la vida nos marca caminos distintos, otras porque nos peleamos demasiado y otras más porque alguno de los dos fallece… pero algo es seguro, nuestras relaciones van a terminar.
No quiero sonar catastrófica ni pesimista, simplemente plantearte una perspectiva distinta, porque por alguna extraña razón creemos que sólo tenemos un amor de la vida y que nunca nadie más nos hará sentir como él/ella y a veces nos aferramos a ese alguien, aunque ya no tenga tanto sentido seguir ahí.
Si bien, en parte es cierto que la forma en la que nos conectamos con ese alguien emocional y sexualmente es particular o especial, eso no quiere decir que sea mejor o peor que con alguien más, sólo es distinta.
Si has tenido más de una pareja sexual y/o emocional, sabes de lo que estoy hablando.
Yo, a veces, me pregunto cómo sería mi vida hoy si… me hubiera quedado con la primer pareja importante que tuve, él fue mi gran maestro, con él aprendí a tener un orgasmo y compartimos momentos increíbles; así que, es normal, que de cuando en cuando me venga el pensamiento a la mente. ¿Si lo sigo amando? ¡Claro! Tiene un lugar especial en mi corazón, aunque ya no esté presente en mi vida.
Así me podría ir con cada pareja importante que he tenido… alguno sacó mi lado más salvaje en la cama, otro mi lado más tierno y suave y con mi –todavía- marido, por ejemplo, aprendí miles de cosas, entre ellas a disfrutar lo lindo que es dormir con alguien a mi lado, compartir mi espacio, mi día a día, mi intimidad, mostrarme tal cual soy y sentirme bienvenida y aceptada.
A lo que quiero llegar con todo esto es: elegir es renunciar y a veces aunque la opción sea súper dolorosa, lo mejor es terminar nuestra relación, aunque el amor siga ahí. Te tengo malas noticias, Disney nos engañó y el amor no es suficiente para estar en pareja. ¿Es un ingrediente divino y casi mágico? Sí, pero no es lo único ni –forzosamente- lo más importante. En mi experiencia, esta es una de las lecciones más duras que todos aprendemos en algún momento de nuestras vidas.
Hoy me gustaría que te preguntaras ¿Qué ha tenido de especial cada pareja con la que he estado? ¿Qué he aprendido de cada una de ellas? Porque gracias a cada una de esas personas, hoy tu vida es mejor; si puedes tomar el aprendizaje.
Yo creo que el amor de la vida es en tiempo presente, no hay uno solo. Cada uno tiene su momento y su importancia y te invito a que hoy, te des permiso de disfrutarlo y de ver por qué sí vale la pena estar con quien estás… y si en el recuento, aún viendo todo lo que sí hay, la balanza no se inclina a favor de la relación, arriésgate a ir por más, te mereces la relación de pareja que quieres y se vale ir por ella.