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De las tristemente habituales historias del alcohol
Escuchas el seseo que sólo puede ser producido al ser liberada la presión dentro de una lata. Imaginas el sabor del líquido. Algo en tu cerebro se alerta y pasa de una sutil insinuación a un profundo deseo. Casi puedes sentir el sabor de la bebida en tu paladar. Casi puedes sentir el relajante efecto…