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¡Cumple tus promesas!
–¡Esta es mi casa y si no te gusta allí está la calle! No se, cuantas veces se siga escuchando esa frase en la actualidad, no se cuál sea exactamente el rigor de enseñanza con el que están creciendo estas generaciones de adolescentes; pero durante la mía (2000-2002) era muy común escucharla. «¡Cumple tus promesas!»…