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Es momento de soltar esa relación
Llegaron las 7 de la noche. Ella llegó sonriente como siempre. En esta ocasión traía una prenda extra que denotaba un viaje. Una crónica nueva estaba a punto de ser contada. Se sentó tranquilamente en el sillón y con su alegría habitual sólo alcanzó a decir. “No sé cómo estoy”. Yo la miré alegremente y…