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Historias de madres e hijos
«Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me entregues en los brazos de Jesús y de María…» Así comienza la oración que seguramente si no la sabes de memoria la conoces, pues en la infancia es común que en casi todos los hogares, las…