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Qué pensar en tiempos de frustración
El cielo estaba despejado y por consecuente de una azul muy intenso, como pocas veces se veía en la Ciudad de México. El viento soplaba limpio y fresco. La primavera había llegado y todos los árboles en Coyoacán derramaban de sus copas un renovado color verde. Mi papá se había quedado en casa y aprovechó…