Hay dos aspectos de la Soledad: estar sola y sentirse sola. Si tu vida está llena, nunca estarás sola.
Seguramente en muchas ocasiones has sentido esa necesidad de estar a solas contigo misma; y es que surge una gran necesidad de conectarnos con nuestro ser interno para poner en orden la mente, para escribir, para pensar, para llorar, en fin para tantas cosas que en el ruido de los días o rodeados de gente no podemos hacer.
Las mujeres estamos viviendo momentos históricos de libertad. La libertad de decidir lo que queremos hacer. Si bien la receta de las abuelas era encontrar un marido antes de que se nos fuera el tren y quedarnos solas para la eternidad, hoy en día muchas mujeres están optando por la libertad de estar sin esa compañía ya que hay miles de opciones para llenar nuestras vidas.
Me gustaría que algún hombre me dijera si es verdad eso de que los hombres le huyen a las mujeres seguras y exitosas, la verdad esta declaración la escucho más de boca de mujeres que de hombres; sin embargo la conclusión a la que he llegado es que una pareja sea hombre o mujer va a demandar tiempo, atención, compromiso y un espacio que hoy una mujer empoderada no tiene.
Las mujeres hoy en día estudian, trabajan, van al gimnasio, tienen distintos círculos de amistades, dedican tiempo a cuidar su belleza, tienen una mascota, viajan, conviven con sus familias y puedo seguir con una enorme lista de actividades. Y si a eso le agregas que han logrado cargos de poder en sus empresas o en su área profesional yo te pregunto…. ¿a qué hora le dedican tiempo a la pareja? ¿En dónde la ponen?
Quizá por eso la elección hoy es tan difícil. Lo que antes sucedía con los hombres exitosos y empoderados es que podían dedicar TODO su tiempo a su éxito laboral ya que había una esposita en casa atendiendo todo lo demás. Hoy la mujer requiere de una gran estructura de apoyo para poder funcionar si además quiere tener hijos.
¿Se puede desearlo todo y tenerlo todo a la vez? Para las mujeres es más complicado, eso sin duda, por eso ahora nos cuestionamos tanto el matrimonio, la maternidad y el compromiso, quién lo dijera… Pero creanme, no estamos solas. Cada vez que una mujer se ama, se respeta y cuida de sí, se pone más guapa, más segura. Lo que tenemos que hacer es buscar a un hombre con quien compartir esos espacios de respeto, amor y comprensión en equidad. No sumisa o abnegada pero tampoco castrante y controladora. Si yo fuera hombre también saldría corriendo.
Guapas sí, solas…. nunca.