Es tan simple, que parece complicado

Martha Sánchez Navarro

Martha Sánchez NavarroHemos escuchado muchas veces diferentes dichos lindos como, «venimos a ser felices, no perfectos», «la vida es para pasarla bien», «el viaje es muy breve para no disfrutarlo» etc., pero no lo creemos, ni hacíamos nada para generarlo.

Piensa, como padre o madre, ¿qué quieres para tus hijos?

Lo mejor, que sean felices me contestan, siempre que pregunto.

Entonces ¿qué crees que quiere nuestro creador? Obvio, mínimo lo mismo, si no que más, ya que su conciencia es mayor a la nuestra. Esto no va a pasar en automático, es algo que tenemos que hacer que suceda.

Si te das cuenta todo lo externo nos vende el sufrimiento y el drama. La gente que más sufre es la más importante. A veces podemos llegar  hasta competir, para ver quién está más fregado.

Suena chistoso ¿verdad? Que en lugar de que compartamos nuestros logros y felicidad, estemos dando nuestras miserias a los demás, para despertar lástima y amor.

Ve cómo hay gente que le cae mal la felicidad ajena, claro que les gustaría vivirla, pero no creen que sea posible y sin darse cuenta por la envidia y la mala vibra, alejan más  la posibilidad de experimentar eso en sus vidas. También tenemos grabado que el tener es malo o que hace malas a las personas.

«Pobres, pero honrados» jaja se puede ser «Rico y honrado».

No tienes que ceder una cosa  por otra, con la mala creencia de que «no se puede tener todo en la vida» o que «no tenemos llenadera» tú dirás ¿cómo le íbamos a hacer?

Mira a tu alrededor, somos hijos de un Padre amoroso y abundante, él nos ama y quiere lo mejor para nosotros, que seamos felices.

Pero el juego empieza, con el libre albedrío que nos regalo, qué maravilla nos ama tanto y confía en nosotros, que sabremos reconocer su amor y escogerlo siempre, sobre todas las cosas. Sí merecemos todo su bien, simplemente por existir y ser sus hijos, por estar vivos y nadie tiene que dejar de tener, ¡para que el otro tenga! Hay para todos y además, no todos queremos lo mismo.

Coincidimos en que todos queremos ser felices, estar en paz, sanos y abundantes económicamente. Y él quiere lo mismo para nosotros.

¿Qué estás haciendo para lograrlo? No importa cómo fue el ayer, todo es experiencia y nos sirve. Repasa tus prioridades, y checa que tú estés en ellas, juega más y date permiso de soltar lo que ya no te sirve, para que tu andar sea más ligero. Rodéate de gente que te haga reír y pasar momentos felices.

Tómate en cuenta y haz más cosas para ti, que te den felicidad, baila, canta, nada, viaja y atrévete a divertirte y fluir con lo nuevo.

Como quien dice, métele ganas a ser feliz, las mismas que antes le dabas al «drama» sin darte cuenta, ahora en conciencia, hazlo por tu felicidad.

No tiene que durarte todo el tiempo, sólo ahorita y así te haces toda una vida.

Bendiciones

Martha 

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