¿Comprendes qué significa ser responsable? ¿Te consideras una persona responsable? Muchos, a veces asumimos que lo somos, pero se nos olvida que ser responsable quiere decir que respondes por tu propia vida. La responsabilidad se basa en reconocer que todo lo que estás viviendo, en este momento, lo has creado a través de tu pensamiento, tu lingüística, tu enfoque y tu sentir. A eso es lo que llamo vivir cada segundo conscientemente.
Hay tres estados del ser entre los que, generalmente, se categorizan las personas, según S. Karpman: víctima, victimario y salvador. Yo adiciono un cuarto: el responsable.
¿Te has sentido en alguna ocasión actuando como una víctima? ¿Te has encontrado culpando a alguien más de lo que te pasa? Puedes haberlo hecho alguna vez. De hecho, muchos asumían su vida como víctimas; son la gran mayoría. Se quejan todo el día, declarando que alguien más necesita salvarlos y asumen que todo lo que les pasa es culpa de ellos mismos o de alguien más. Por ejemplo, en cosas sencillas como cuando llegas tarde a una cita y le echas la culpa al tráfico, al taxista o a la ciudad, en general. ¿Realmente es culpa de los demás?
¿Cuándo te has comportado como un victimario? ¿Has buscado castigar a alguien de alguna manera? Si te has comportado así, has sido un victimario. Los victimarios someten a las personas, ya sea de manera psicológica o física y creen que es correcto castigar a los que no hacen lo que se les pide. Es el caso del jefe que con sus subalternos, se impone todo el tiempo de una manera agresiva, sin razón alguna. ¿Para qué lo hace?
¿Eres un salvador? ¿Eres de los que sufren demasiado por hacer que los demás cambien sus vidas? Si eres de los que se sacrifica por los otros, anteponiéndolos a tus propias necesidades e intereses, eres un salvador. Estos salvadores actúan de esta manera para salvar a los demás, luchando para que cambie su comportamiento o actitud. Por ejemplo, hay padres que se hacen cargo de sus hijos y, aun cuando ellos ya tienen 40 o 50 años, siguen manteniéndolos emocional o económicamente, pensando en que es lo mejor para ellos.
¿En cuál te ubicas tú? Es muy probable que estés pensando en que no haces parte de ninguno de los anteriores, así que te invito a reflexionar y observar tu diálogo interno, tus pensamientos, tus sentimientos y tus reacciones, en diferentes circunstancias. ¿Encontraste algún patrón?
Te estás dando cuenta de que quizás, en algunos momentos, eras víctima, en otros casos victimario, quizás salvador o, realmente, te responsabilizas conscientemente de tu vida. Este es un proceso de aprendizaje que se logra con la práctica. Tú eres el único responsable de lo que vives, sientes y piensas. Los demás no tienen nada que ver. Asume tu vida con conciencia y responsabilidad, comprendiendo que todo lo que te sucede, en este momento, tú lo convocaste. ¿Qué tan consciente te sientes hoy, si te conviertes en el creador de tu propio destino?